CENIT portavoz de la regional exterior de la cnt-ait

"SI CADA REFUGIADO ESPAÑOL NARRASE SIMPLEMENTE LO QUE HA VIVIDO, SE LEVANTARÍA EL MÁS EXTRAORDINARIO Y CONMOVEDOR DE LOS MONUMENTOS HUMANOS" FEDERICA MONTSENY, 1978

31 julio, 2006

Matanza israelí en Qana (Líbano).


La CNT de Lugo ha enviado hoy a los medios de comunicación la siguiente nota, que transcribimos en su totalidad:
"La CNT de Lugo quiere mostrar su repulsa al bombardeo israelí de Qana (Líbano), víctimas del cual murieron 51 civiles (según los datos en nuestro poder hasta el momento), de los que 27 son niños.
"La CNT ya no se sorprende del genocidio practicado metódicamente por Israel, y a la menor disculpa, en sus ansias de evitar que se acabe su supremacía (tanto sea económica como militar) en Oriente Medio. Y en su camino hacia el Gran Israel, fin para el que inició su Historia de la mano de los terroristas que consiguieron que en 1948 la ONU cometiese la gran infamia de aprobar la división de Palestina, mandando al exilio a los legítimos dueños de lo que hoy es Israel".
La CNT de Lugo basa su comunicado en las siguientes razones, algunas de las cuales se mantienen interesadamente en silencio:
1º) Pese a los problemas que, en ocasiones, las comunidades judías sufrían en los países de residencia antes de la II Guerra Mundial, estaban en general bastante bien integradas; incluso en Alemania hasta que surgió el nazismo.
2º) Muchos miembros de dichas comunidades, tras la II Guerra Mundial, en vez de reclamar a los vencedores ayuda para recobrar lo que era suyo en los países donde habían nacido, prefirieron hacer caso a los sionistas e incrementaron la emigración a Palestina bajo la disculpa de que era suya, por la leyenda de "la tierra prometida" (con la superstición religiosa hemos topado), y exigiendo Palestina como pago del execrable Holocausto.
3º) Para conseguir fundar, y ampliar después, el estado de Israel, no dudaron en apropiarse de tierras que no eran suyas, mandando al exilio a sus legítimos poseedores; ni tampoco dudaron en practicar el terrorismo sin límites no solo contra los ingleses (durante el protectorado), sino contra las comunidades palestinas cercanas

30 julio, 2006

La matanza que perpetran Israel y Estados Unidos...


¿Hasta cuándo?
Eduardo Galeano (La Jiribilla)
Un país bombardea dos países. La impunidad podría resultar asombrosa si no fuera costumbre. Algunas tímidas protestas dicen que hubo errores. ¿Hasta cuándo los horrores se seguirán llamando errores? Esta carnicería de civiles se desató a partir del secuestro de un soldado. ¿Hasta cuándo el secuestro de un soldado israelí podrá justificar el secuestro de la soberanía palestina? ¿Hasta cuándo el secuestro de dos soldados israelíes podrá justificar el secuestro del Líbano entero?
La cacería de judíos fue, durante siglos, el deporte preferido de los europeos. En Auschwitz desembocó un antiguo río de espantos, que había atravesado toda Europa. ¿Hasta cuándo seguirán los palestinos y otros árabes pagando crímenes que no cometieron?
Hezbollá no existía cuando Israel arrasó el Líbano en sus invasiones anteriores. ¿Hasta cuándo nos seguiremos creyendo el cuento del agresor agredido, que practica el terrorismo porque tiene derecho a defenderse del terrorismo?
Iraq, Afganistán, Palestina, Líbano… ¿Hasta cuándo se podrá seguir exterminando países impunemente?
Las torturas de Abu Ghraib, que han despertado cierto malestar universal, no tienen nada de nuevo para nosotros, los latinoamericanos. Nuestros militares aprendieron esas técnicas de interrogatorio en la Escuela de las Américas, que ahora perdió el nombre pero no las mañas. ¿Hasta cuándo seguiremos aceptando que la tortura se siga legitimando, como hizo la Corte Suprema de Israel, en nombre de la legítima defensa de la patria?
Israel ha desoído cuarenta y seis recomendaciones de la Asamblea General y de otros organismos de las Naciones Unidas. ¿Hasta cuándo el gobierno israelí seguirá ejerciendo el privilegio de ser sordo?
Las Naciones Unidas recomiendan pero no deciden. Cuando deciden, la Casa Blanca impide que decidan, porque tiene derecho de veto. La Casa Blanca ha vetado, en el Consejo de Seguridad, cuarenta resoluciones que condenaban a Israel. ¿Hasta cuándo las Naciones Unidas seguirán actuando como si fueran otro nombre de los EE.UU.?
Desde que los palestinos fueron desalojados de sus casas y despojados de sus tierras, mucha sangre ha corrido. ¿Hasta cuándo seguirá corriendo la sangre para que la fuerza justifique lo que el derecho niega?
La historia se repite, día tras día, año tras año, y un israelí muere por cada diez árabes que mueren. ¿Hasta cuándo seguirá valiendo diez veces más la vida de cada israelí?
En proporción a la población, los cincuenta mil civiles, en su mayoría mujeres y niños, muertos en Iraq, equivalen a ochocientos mil estadounidenses. ¿Hasta cuándo seguiremos aceptando, como si fuera costumbre, la matanza de iraquíes, en una guerra ciega que ha olvidado sus pretextos? ¿Hasta cuándo seguirá siendo normal que los vivos y los muertos sean de primera, segunda, tercera o cuarta categoría?
Irán está desarrollando la energía nuclear. ¿Hasta cuándo seguiremos creyendo que eso basta para probar que un país es un peligro para la humanidad? A la llamada comunidad internacional no la angustia para nada el hecho de que Israel tenga doscientas cincuenta bombas atómicas, aunque es un país que vive al borde de un ataque de nervios. ¿Quién maneja el peligrosímetro universal? ¿Habrá sido Irán el país que arrojó las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki?
En la era de la globalización, el derecho de presión puede más que el derecho de expresión. Para justificar la ilegal ocupación de tierras palestinas, la guerra se llama paz. Los israelíes son patriotas y los palestinos son terroristas, y los terroristas siembran la alarma universal.
¿Hasta cuándo los medios de comunicación seguirán siendo miedos de comunicación?
Esta matanza de ahora, que no es la primera ni será, me temo, la última, ¿ocurre en silencio? ¿Está mudo el mundo? ¿Hasta cuándo seguirán sonando en campana de palo las voces de la indignación?
Estos bombardeos matan niños: más de un tercio de las víctimas, no menos de la mitad. Quienes se atreven a denunciarlo son acusados de antisemitismo. ¿Hasta cuándo seguiremos siendo antisemitas los críticos de los crímenes del terrorismo de estado? ¿Hasta cuándo aceptaremos esa extorsión? ¿Son antisemitas los judíos horrorizados por lo que se hace en su nombre? ¿Son antisemitas los árabes, tan semitas como los judíos? ¿Acaso no hay voces árabes que defienden la patria palestina y repudian el manicomio fundamentalista?
Los terroristas se parecen entre sí: los terroristas de estado, respetables hombres de gobierno, y los terroristas privados, que son locos sueltos o locos organizados desde los tiempos de la guerra fría contra el totalitarismo comunista. Y todos actúan en nombre de Dios, así se llame Dios o Alá o Jehová. ¿Hasta cuándo seguiremos ignorando que todos los terrorismos desprecian la vida humana y que todos se alimentan mutuamente? ¿No es evidente que en esta guerra entre Israel y Hezbollá son civiles, libaneses, palestinos, israelíes, quienes ponen los muertos? ¿No es evidente que las guerras de Afganistán y de Iraq y las invasiones de Gaza y del Líbano son incubadoras del odio, que fabrican fanáticos en serie?
Somos la única especie animal especializada en el exterminio mutuo. Destinamos dos mil quinientos millones de dólares, cada día, a los gastos militares. La miseria y la guerra son hijas del mismo papá: como algunos dioses crueles, come a los vivos y a los muertos. ¿Hasta cuándo seguiremos aceptando que este mundo enamorado de la muerte es nuestro único mundo posible?

29 julio, 2006

Federica Montseny


Militante destacada del movimiento libertario español, Federica Montseny jugó "en la historia oficial" un papel de primer orden. Es por ésto, que un paseo de Toulouse, donde ella vivió mucho tiempo, le fue dedicado. Pero, para nosotros, ella es ante todo una militante. Ni más ni menos que cada uno de los miles de militantes con los que el anarcosindicalismo ha contado. El camino militante está sembrado de obstáculos. Empujados por las circunstancias nacionales de la CNT y de la FAI, cometieron un error trágico: que Federica Montseny, con otros tres compañeros, aceptaron encarnar al asumir cada uno un ministerio en el gobierno de la república española. Federica Montseny tuvo la valentía de reconocer este error. Ella continuó el combate en el seno de la CNT y de la FAI hasta su último suspiro, permaneciendo esta mujer, toda su larga vida, rebosante de ideas de libertad, de solidaridad y de justicia social, a través de las que vibraba el ideal libertario.
F.
extraído de Combat Syndicaliste de Midi-Pyrénées, été 2006

Le Combat Syndicaliste de Midi-Pyrénées- Été 2006

Bimestriel Anarchosyndicaliste de la CNT-AIT de Midi-Pyrénées.
Pour tout contact avec le journal:
CDES, CNT-AIT, 7, rue St-Rémésy, 31000 Toulouse
tél/fax/répondeur 05 61 52 86 48
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28 julio, 2006

La solitudine ed il massacro del proletariato in Medio-Oriente



La Conferenza di Roma
La solitudine ed il massacro del proletariato in Medio-Oriente
Li chiamano "morti civili", vittime degli effetti collaterali USA in Iraq, vittime dei bombardamenti israeliani in Palestina ed in Libano, scudi inermi immolati dalla guerriglia Hezbollah nel sud del Libano, casuali agnelli sacrificali di Al Qaeda in Iraq, ignari lavoratori prescelti dai kamikaze di Hamas in Israele, vittime della quotidiana repressione baathista in Siria o della quotidiana repressione degli imam in Iran. In realtà, sono decine di migliaia di uomini e donne, uccisi dalla guerra e dal nazionalismo degli Stati, centinaia di migliaia di sfollati verso una salvezza precaria, appesi ai corridoi umanitari... sotto controllo militare. In realtà sono milioni di uomini e donne, divisi strumentalmente da differenze religiose, etniche, linguistiche, su cui soffia il nazionalismo ed il razzismo militarista degli Stati, impegnati nel ritagliarsi il ruolo migliore all’interno degli interessi imperialistici nell’area. Ecco i grandi esclusi dalla conferenza di Roma. Ecco i diseredati senza rappresentanza, senza potere politico che non siano i capi di Stato, senza potere economico che non siano ancora una volta i capi di Stato, la Banca Mondiale, il Fondo Monetario e le grandi multinazionali del petrolio in mano alle borghesie arabe ed occidentali. Ecco i lavoratori senza i loro sindacati, più e più volte vietati, repressi e disciolti in tutto il Medio Oriente, fino all’eliminazione fisica dei loro esponenti come Hadi Sahel in Iraq, ucciso nel 2005. Essi non avranno un futuro nel nazionalismo dei loro Stati o aspiranti tali, non saranno liberati dai vecchi arnesi del terzomondismo che ancora oppone un popolo oppresso ad un popolo oppressore, senza riuscire a capire che la vera opposizione è - in ogni paese, in ogni popolo - tra proletariato e borghesia, tra sfruttati e sfruttatori, tra i miseri sfollati allo sbando del sud del Libano ed i ricchi di Beirut sfollati negli alberghi di Damasco, tra i palestinesi d’Israele e con loro gli ebrei africani in fondo alla scala sociale israeliana e la borghesia al potere a Tel Aviv. Non è il sionismo ebraico il nemico del proletariato arabo, non è l’islam sunnita o sciita il nemico del proletariato israeliano, ma le rispettive borghesie nazionali e quelle internazionali. La tragedia del Libano rappresenta l’enormità di questi interessi. Israele deve mantenere i territori conquistati nella guerra del 1982; la Siria sunnita - che non mai lasciato in realtà la sua "colonia" libanese - ne pretende la restituzione ed arma Hezbollah sciita per tenere sotto pressione Israele; Hezbollah forse pensa di aver dato una mano ai Palestinesi distogliendo Israele dal massacro a Gaza, ma in realtà quello che succede a Gaza appare oggi meno importante di quello che accade nel sud del Libano; la Siria sunnita passa dall’alleanza anti-Saddam del 1991 all’alleanza con l’Iran sciita per agganciarsi alla potenza imperialista nascente nell’area in chiave anti-USA tra Iraq e Afghanistan; e dietro tutto in un crocevia di corridoi e di sfruttamento di materie prime negli Stati, tra gli Stati, dell’area medio-orientale e turanica, tutti alla ricerca del miglior interesse e del maggior potere all’ombra dell’imperialismo. Quello statunitense, quello russo, quello cinese, forse quello europeo. Il nuovo governo italiano riesce ad accreditarsi, in forza di una antica reputazione nei paesi arabi, come mediatore credibile utile agli Stati Uniti con Siria e Iran, ma se così facendo riconquista un ruolo in politica estera più consono alla tradizione nazionale, con un filo diretto con la politica estera che fu di Craxi e Andreotti, dopo il lacchettismo dell'ultimo governo, resta assolutamente funzionale agli interessi egemoni americani, tra l'altro con spazi di manovra assolutamente esigui. E intanto a Gaza e in Cisgiordania e nel sud del Libano si continua a morire. Morti civili di una guerra sub-imperialista e non di una guerra di liberazione. La conferenza di Roma ha messo in conto altre vittime; il cessate il fuoco non c’entra nulla con l’umana pietà per lo scempio di vite inermi, deve invece attendere la mediazione tra le borghesie in gioco. I lavoratori libanesi devono attendere, ripararsi e sperare; così i palestinesi e gli israeliani. Ma il proletariato del medio-oriente non può più attendere le conferenze internazionali: è necessario che rinasca una speranza di riscatto, di autonomia, di riaggregazione di classe, attraverso l’opposizione antimilitarista dei refusnik e dei disertori israeliani, attraverso la costruzione della lotta nonviolenta contro il Muro fatta da militanti israeliani e palestinesi insieme, attraverso la rinascita dei sindacati in Iraq e in Siria, attraverso le lotte operaie nei pozzi petroliferi del sud dell’Iraq e dell’Iran, attraverso il superamento delle divisioni religiose ed nazionali. L’unità dei lavoratori è la miglior arma contro le guerre e lo sfruttamento. In medio-oriente come in tutto il mondo. Un nuovo internazionalismo, di classe e solidale, è sempre più urgente.
FEDERAZIONE DEI COMUNISTI ANARCHICI
28 luglio 2006

Un homenaje de verdad


Monte Artxanda, 18 de Junio 2006
Domingo 9 de julio de 2006.

“Y luego nos llevaron al campo de concentración de Mauthausen”. Marcelino Bilbao, 86 años, ex - combatiente en la CNT. “Me fui con la CNT, porque fueron los primeros en pasar por la fábrica, y me dieron un arma”
Tenía 16 años. Pensaba que le iban a matar en mil ocasiones en los años que siguieron: en el frente de Bizkaia, en Gijón, de donde les sacó un barco a última hora al que llegaron nadando de noche. En el frente del Ebro, en Cataluña. Cruzó la frontera un día después de que lo hiciera lo que quedaba del Gobierno de la República. Preso en Francia y luego la deportación al infierno de Mauthausen.
Hoy el 18 de Junio de 2006, a sus 86 años, anda algo nervioso. Ha venido desde Francia para participar en el homenaje que se realiza, demasiado tarde, a aquellas y aquellos que se enfrentaron al alzamiento fascista. “¿Queda alguien más del Batallón Isaac Puente?”, pregunta Marcelino. Quedan pocos, muy pocos de este batallón que rompía cercos para continuar luchando. Siempre luchando y retrocediendo, sabiendo que no podían ganar. Con un comandante que iba armado con un palo porque no quería matar a nadie.
Hoy les han organizado el homenaje en el Monte Artxanda. Con reconocimiento oficial. Marcelino agita la carta de invitación de CNT en el coche. Habla, cuenta, convierte el viaje de Donostia a Bilbao en una clase de historia.
En el homenaje, no le dejan hablar, ahí se explayan los políticos. El PNV se atribuye el protagonismo que no tuvo en los primeros meses del enfrentamiento, tan críticos para los republicanos. “En Donostia el PNV se dedicaba a vigilar iglesias a las que nadie atacaba”, contaba Manuel Chiapuso. Luego les arrolló la avalancha fascista y compartieron el destino de los demás: guerra, persecución, exilio o muerte. Así, hoy, todos los políticos citan a algún familiar perseguido, quien les otorga la autoridad moral de hablar en nombre de los verdaderos protagonistas de la historia.
Marcelino, como los demás, calla, escucha. Sea como sea es, finalmente, el reconocimiento tan esperado durante tanto tiempo. Con las banderas de la CNT detrás. No interferimos, no provocamos, nos “portamos”. No es nuestro día, es el suyo.
En el local, Marcelino vuelve a hablar. Del horror de Mauthausen, de los 8000 españoles que mataron ahí, de las humillaciones, los experimentos médicos, el frío, la cantera, los crematorios. Nos transfiere un capítulo de esta memoria histórica, como debe contarse. En primera persona. Con toda su crudeza. Sin olvidar nada.
Ya, en el coche, nos cuenta el final de uno de los comandantes de Mauthausen. Algunos de los supervivientes, ya libres y motorizados, le localizaron tomándose tranquilamente un café en el pueblo próximo al campo. Fueron a por él, para darle lo merecido. Aun así, el horror continua con ellos desde entonces. Marcelino nos lo ha podido contar y por ello ha merecido la pena ese día de homenaje.

27 julio, 2006

NOTICIAS DEL LÍBANO




Compagnons,Voici quelques informations d'un compagnon du noyau Pro-AIT du Liban, pour avoir un peu une idee de ce que vivent les libanais actuellement et de l'etat d'esprit de nos compagnons anarchistes la bas.A bas les frontieres ! A bas la guerre et le capitalisme !Vive la solidarite internationale !



Cher ami,
Je te remercie, tout comme je remercie infiniment tous mes compagnons de la CNT-AIT, pour votre solidarite et votre soutien qui ne font que me fortifier dans ces moments difficiles. Comme mes parents, mes amis et moi habitions a Beyrouth, hors de la banlieue qui est la cible principale des obus, je peux considerer, bien que nous endurions tous quotidiennement les raids israeliens (et tout ce qui en decoule : panique, panne d’electricite, isolement regional …), que notre situation est « excellente » en comparaison avec celle des milliers de refugies qui ont quitte leurs villages du Sud du Liban et qui vivent dans des conditions tres difficiles.
L’Etat israelien a reussi a nous faire plonger dans une psychose permanente. Nous vivons le jour au jour, en esperant que se termine le lendemain de chaque journee ce cauchemar terrifiant et terrible. A chaque moment nous nous demandons si se sera notre tour d’etre la cible des bombes israeliennes. Mais malgre tout nous continuerons a resister, surement pas dans le sens de la pseudo-resistance du Hezbollah: toute resistance ne peut voir le jour qu’en refusant et de soutenir Hezbollah et de se plier aux ambitions d’Israël (et de ses allies).
Resister consiste dans l’union, par tous les moyens possibles, de tous les reprimes et les opprimes libanais, qui appartiennent tous, en fin de compte, a une meme classe, au-dela de leurs differences confessionnelles, face a la barbarie israelienne et face a la gangrene islamiste qui s’appelle Hezbollah.
Esperons que cette abominable guerre se termine le plus tôt possible et que les degats ne soient pas si nefastes.
Vive l’anarcho-syndicalisme qui reste grave dans mon esprit et dans mon coeur pour toujours, et qui est pour moi une source de lumiere au sein de la tenebreuse nuit de la guerre, tout particulierement que j’ai des compagnons comme vous, sinceres, authentiques et solidaires.


Amitie libertaire,
B.
español:

Noticias de un compañero del nucleo pro- AIT en LIBANO , para hacernos idea de lo que están viviendo los libaneses y el estado de ánimo de los compañeros anarquistas de allà.
¡ABAJO LAS FRONTERAS ! ABAJO LA GUERRA Y EL CAPITALISMO ! VIVA LA SOLIDARIDAD INTERNACIONAL !

Querido amigo

te agradezco , como agradezco infinitamente a mis compañeros de la CNT-AIT por vuestra solidaridad y vuestro apoyo que me sirven para fortalecerme durante estos momentos difíciles. Como mis padres, mis amigos y yo habitamos fuera de los barrios que son blanco de los misiles , puedo considerar que, aunque todos nosotros soportamos cotidianamente los "raids" israelies (y todo lo que ello conlleva: pánico , falta de electricidad y aislamiento regional), nuestra situacion es " excelente" en comparacion con la de los millares de refugiados del sur de Libano que debieron abandonar sus poblaciones y están viviendo en condiciones muy dificiles .El estado israelí logró sumergirnos en una psicosis permanente , nosotros vivimos el día a dia , esperando que se termine cada mañana , cada dia ,esta pesadilla aterrorizante y terrible. A cada momento nos preguntamos si pronto será nuestro turno de ser el blanco de las bombas israelies . Pero, a pesar de todo, seguiremos resistiendo, seguramente no en el sentido de la pseudo - resistencia del HEZBOLLA , toda resistencia no puede ver el dia de rechazar tanto sostener el Hezbolla como de plegarse a las ambiciones de Israel ( y sus aliados).
Resistir consiste hoy en la unión , por todos los medios posibles , de todos los oprimidos y reprimidos libaneses, que pertenecen todos, a fin de cuentas, a una misma clase , más allá, de sus diferencias confesionales , frente a la barbarie israelí y frente a la gangrena islamista que se llama Hezbolla .
Esperemos que esta abominable guerra se termine lo antes posible ,y que los daños no sean tan nefastos.
Viva el anarcosindicalismo que permanece grabado en mi espiritu y en mi corazón para siempre ,y que es para mi una fuente de luz en la tenebrosa noche de la guerra , muy especiamente, yo, que tengo compañeros , como ustedes, sinceros , auténticos y solidarios .
Amistad libertaria ,
B.



Il y a 70 ans...la révolution espagnole

Combat Syndicaliste , juillet-août 2006
ÉDITORIAL: Julio de 1936- Julio de 2005. Para los anarcosindicalistas y sindicalistas revolucionarios, la aproximación a esta fecha es a la vez exaltante y amarga. Exaltante porque es en España donde nuestras ideas han encontrado un principio de aplicación. Amarga, porque la derrota estaba al cabo de los fusiles y porque la realidad de hoy está lejos de las esperanzas de ayer.
Nosotros no hemos elegido un lirismo y un triunfalismo que no es de recibo. Hemos querido dar a la portada de este número una dimensión de acuerdo con las realidades de nuestro tiempo. Hace setenta años, la CGT-SR se solidarizaba con una de las más profundas revoluciones autogestionarias de la historia ( incluso si este adjetivo no era empleado todavía). Hoy, la CNT se solidariza con los trabajadores guineanos en lucha por su dignidad. Ayer , eran miles lanzandose al asalto de los cuarteles de donde había partido el golpe de estado militar. Hoy, delante de la embajada de Guinea, un puñado de irreductibles denuncia la violencia de un gobierno corrupto.
¿Debemos pues dejarnos invadir por la melancolía?
¡De ninguna manera! Etapa por etapa, día tras día, paso a paso, avanzamos. No tan deprisa como lo desearíamos, sin duda alguna, pero mucho más sobre seguro que los "mastodontes" de la política y del sindicalismo que no pueden detener su decadencia.
En un mundo cambiante, privado de referencias y de perspectiva, nuestra supervivenica significa ya una hazaña. Nuestros todavía demasiado modestos progresos son portadores de esperanza.
Pero para que se concreticen un día, para que nosotros seamos algo más que agitadores que, de vez en cuando, impiden los manejos del Dinero y del Poder, para ser, finalmente, una fuerza que, como la CNT española del 36, sea capaz de transformar el mundo, deberemos abstenernos de facilidades y de oportunismos. Afirmando en cada momento lo que somos, rechazando tanto las tentaciones liquidadoras como las rigideces paralizantes, nosotros nos daremos cotidianamente oportunidades de vencer.
¡Viva la Revolución libertaria de 1936!
¡Y viva la lucha de nuestros compañeros trabajadores de Guinea!

La solidaridad con los trabajadores de Mercadona no cesa

El próximo sábado, día 29 de julio, la CNT de Lugo boicoteará el local de Mercadona en Fonte d'os Ranchos. Esta acción se hace en apoyo de los compañeros cenetistas en huelga ya desde hace casi 4 meses.
Para mayor información, consultad nuestra página web: www.cntgaliza.org, clic en Lugo al abrir la página.
Un saludo anarquista.

26 julio, 2006

¿TERRORISMO EN NOMBRE DE LA AUTODEFENSA?


MENSAJE DE LA APFUTU , SINDICATO DE PAKISTÁN ASOCIADO A LA AIT

¿Terrorismo en nombre de la autodefensa?
En nombre de la autodefensa, con el apoyo de los imperialistas americanos, Israel ha atacado brutal y vergonzosamente a millones de libaneses. Estamos extremadamente impactados por el brutal ataque del ejercito israelí a personas inocentes del Líbano. El sindicato APFUTU (federación sindical de Pakistán) ha condenado siempre la agresión de las fuerzas imperialistas contra un pueblo inocente et renueva esta condena después del ataque brutal y humillante de Israel contra los pueblos palestino y libanés.
Si algunos encuentran legítima defensa destruir un país, después de la captura de dos soldados israelíes, entonces con el mismo razonamiento deberían encontrar legítimo que, con 10.000 prisioneros libaneses en las prisiones israelíes, Hezbollah erradica el estado de Israel que rechaza los derechos del hombre básicos de los libaneses a vivir en paz y en libertad. ¿Cómo puede Israel justificar su autodefensa al destruir todas las infraestructuras civiles del Líbano? Asesinar civiles en nombre de la autodefensa no puede ser tolerado. No hay justificación a los ataques de Israel, Destruir puentes e infraestructuras no tiene nada que ver con eso. ¿Por qué afirma Bush que se trata de autodefensa?. Si la administración de Bush quiere la paz en el Medio Oriente, ¿por qué no intenta detener la guerra? Esta es una enorme vergüenza para Bush y para Blair. ¡Es una nueva gran mentira! El poder ilimitado y la autoridad ilimitada, ésta es la amenaza mayor que pesa sobre la justicia y la paz mundial.
La actual tragedia libanesa no muestra únicamente el rostro real de los que se dicen campeones de la democracia y de los derechos del hombre. Muestra también una impresionante unidad entre toda la gente del mundo que rechaza esta guerra. Las fuerzas imperialistas han intentado siempre dividir a los pueblos en nombre de las religiones, de las naciones, de las razas, del color o del origen étnico, pero los pueblos del mundo rechazan estas fronteras y expresen una fuerte creencia en la humanidad en lugar de las religiones, naciones, razas, colores o etnias.
Hoy nosotros, trabajadores e individuos, tenemos más responsabilidad si cabe, para continuar nuestra resistencia colectiva para evitar que las fuerzas fascistas creen nuevos Afganistanes o Irak, y que maten millones de personas inocentes. Los palestinos y los libaneses tienen el derecho a defenderse. Tienen el derecho de combatir por su tierra y su libertad.
Frente a esta situación, los trabajadores de todo el globo deben rechazar con fuerzas y actuar contra la locura belicista de los gobiernos, los policías fascistas del poder imperial y sus maniobras contre los intereses del pueblo. Solo la lucha unida y colectiva de los trabajadores podrá traer la paz, la prosperidad y el desarrollo en esta región, así como en otras partes del mundo.
“let´s fight together for a world without explotation and opression”
¡Combatamos todos juntos por un mundo sin explotación ni opresión!
Solidariamente
Zia Syed
Secretario de internacional e información de la APFUTU

Reproducido de http://cnt-ait.info

25 julio, 2006

SOLIDARIDAD CON MERCADONA




¡¡Recuerda compañer@!!
¡¡Necesitamos ayuda económica!!
2100 (La Caixa) - 1183 - 35 - 0100505773

ExpanSIONISMO


Más allá de lo anecdótico, dos hechos tan dispares como el golpe de Estado de 1936 en España y la presente invasión de Israel sobre el Líbano (y Palestina) guardan multitud de puntos comunes: la desproporción entre el casus belli y la respuesta militar, el 'mirar hacia otra parte' de la comunidad internacional, la ayuda externa prestada a al agente agresor, la existencia de intereses que permiten explicar las causas de la barbarie... y además, lo que une a todas las guerras: la destrucción física de los inocentes y la verdad.En estos aciagos días de julio, en los que una inocultable proporción de castellanos, vascos, andaluces, catalanes y demás, reivindicamos el septuagésimo aniversario del inicio de la destrucción del Estado de Derecho, asistimos atónitos al vergonzoso espectáculo de ver cómo de nuevo, el odio puro se cierne sobre los inocentes para satisfacer a los insaciables: el poder por el poder, la perpetuación de lo acientífico, la hegemonía del capital sobre mercados cada vez más extensos y la perversión de la verdad y las palabras. Hoy en el Líbano y Palestina, como ayer en la República Española, las jerarquías religiosa, económica y militar se han unido para mentir, vender y matar, respectivamente. En gran medida, lo que viene ocurriendo se debe a la demostrada capacidad del Mal para anestesiar nuestro sentido común. Las cosas pasan, porque nosotros lo permitimos. Se nos ha sometido a tal cantidad de información terrible, que alguien ha logrado insensibilizarnos ante la avalancha de catástrofes cotidianas que pueblan nuestros medios de comunicación. ¿Qué en Estado Unidos hay un millón de portadores del virus de inmunodeficiencia humana y en Swazilandia el porcentaje asciende a dos de cada cinco personas? ¡No pasa nada! ¿Qué existe una organización que predica que la higiene es inmoral? ¡No pasa nada, si hasta les damos dinero público! ¿Qué en vete-a-saber-dónde mueren centenares de miles de niños debido a la desnutrición? ¡No es noticia! ¿Resulta que invertimos 850 veces más en comprar armas que en investigación médica? ¡No pasa nada! ¿Qué hay países donde soldados-niño se matan entre sí con armas salidas de nuestras factorías? ¡Reservado! ¿Qué medio año de accidentes de tráfico causan tantas bajas como treinta años de actividad terrorista? ¡No importa!... Lo que verdaderamente importa son las prestaciones de ese maravilloso vehículo que se ha comprado el jefe. Importan más las declaraciones de una cupletista politoxicómana ya fallecida, que los planes para restablecer la soberanía de Afganistán. Importa más la ropa que luzca la ciudadana Leticia Ortiz, que el hecho de que un tanque de guerra haya abierto fuego sobre una guardería repleta de niños en Hebrón. Nuestros gobiernos son la defecación de las noticias que hemos aprendido a digerir sin intoxicarnos. Nos han aleccionado para asimilar guerras sin inmutarnos. La razón ya no importa. Ni siquiera es preciso elaborar grandes artimañas para embaucar al electorado. La inteligencia ha muerto. Quienes discrepen, serán tachados de radicales –cuando no de terroristas– y condenados al extraparlamentarismo vía D’Hont. Asumámoslo: en 2006, la causa de muerte número uno en todo el planeta es el Capital. En unas zonas, más que en otras, lo que además, provoca la perversa felonía de que aquellos que por azar residen en las zonas menos castigadas, tiendan a dar la espalda a los gritos de quienes no tienen tanta suerte. Contemplamos como la comunidad internacional reedita los infames acuerdos del Comité de No Intervención. La Unión Europea, maniatada por un ejército de burócratas con las manos sucias y los bolsillos repletos, rehúsa involucrarse en contiendas bélicas, máxime cuando Francia, España, Italia y Reino Unido se encuentran a las puertas de importantes procesos electorales. Los cadáveres propios no gustan al electorado de ningún partido que ostente responsabilidades de gobierno. Ni Rusia ni China parecen dispuestas a superar el marco de las declaraciones institucionales en el seno de las Naciones Unidas. África no existe. Oceanía queda lejos, y Estados Unidos… Estado Unidos es hoy el buque insignia de las potencias del Eje –un buque sumergido, pero insignia, al fin y al cabo–. Quizá se desplieguen unos cuantos cascos azules que más tarde nadie querrá pagar… quizá eso evite que se repitan hechos como los de la Plaza de Toros de Badajoz, pero ¿qué capacidad efectiva tienen los soldados de Naciones Unidas?, ¿recuerda alguien un solo conflicto bélico resuelto decisivamente por los cascos azules? (atención a la diferencia entre intervenir y tomar partido). Además, ya no somos niños, gracias a los desaguisados de la ex Yugoslavia, del Golfo Pérsico y de Rwanda –entre otros–, sabemos perfectamente que la independencia real de los cascos azules respecto de sus países de origen es nula, inexistente, ficticia. ¿Qué significa eso? Muy fácil: que la ‘Policía mundial’ tiene patrón. ¡Vaya si lo tiene! Que se lo pregunten a los muertos. A la vista de cómo se desarrollan los acontecimientos, no estaría de más, recordar esa vieja pregunta que siempre ha resultado tan eficaz a la hora de interpretar situaciones complejas: ¿a quien beneficia todo esto? En primer lugar, al mercado armamentístico –naturalmente–, pero analicemos la situación desde el punto de vista más amplio: ¿qué escenarios cabe esperar después de una norteamericanización del Líbano? ¿qué situación geoestratégica resulta de esta nueva guerra? ¿alguien cree que la concentración de conflictos bélicos en la zona es casual? ¿quién tiene el control efectivo de Afganistán, Iraq, Kuwait, Israel y Arabia Saudita? ¿Es también casual el reciente del asesinato del ex primer ministro Rafic Hariri? Por eso resulta tan importante conocer la respuesta ala pregunta molesta: ¿qué países, personas e intereses salen beneficiados de lo que está ocurriendo en la otra orilla del Mediterráneo? Hace 70 años, cuando las grandes potencias llamadas libres pactaron su trágica indiferencia respecto del genocidio que se estaba llevando a cabo en la República Española, surgieron voces discordantes: aparecieron por doquier un regimiento de héroes anónimos, llegados de lejos, dispuestos a entregar su vida para socorrer la voluntad democrática e incluso la existencia misma de la ciudadanía española. Así, las Brigadas Internacionales supusieron no solo un importante refuerzo militar, sino también un gesto histórico de valor y entrega para la defensa de los más débiles. Quizá no sea tan mala idea hacer hoy un llamamiento a emular a Marie y a John, a Pierre, Michel y Antoine, a Enrique, a Louise y a tantas otras personas que unieron su destino al nuestro pensando solo en defender el bien común… Lo cierto es que detesto cualquier forma de violencia, todo cuanto rodea a la guerra es cruel y vergonzoso, pero he aquí que no actuar es también una decisión. Y a la pregunta reveladora de antes, cabe añadir otra más, una que casi siempre se revela como la mejor brújula para hallar a los bondadosos… ¿Quién es la víctima? A la vista de la formidable fuerza militar de agresión desplegada por Israel sobre territorio libanés (y palestino, aunque no sea novedad), identificar a las víctimas no parece muy difícil: las víctimas son los muertos y heridos. Y no hablo de los muertos libaneses (y palestinos), hablo también de los muertos israelíes, a manos de la deliberada línea de agresión sostenida por su clase política. Pero el hecho es, que el número de bajas es dramáticamente superior entre la población civil de aquellos países que se limitaron a recibir la agresión exterior, es decir, la gran víctima es la ciudadanía palestina y libanesa. Es decir: tenemos identificado al Estado agresor, conocemos el alcance de la devastación y sabemos quienes son las víctimas. Ante todo ello ¿qué hacer? ¿Comprar mañana el periódico y entretenernos con la imaginación del maravilloso equipo de funcionarios de la CIA? ¿Pasar de todo y ver “Aquí hay tomate”? ¿Decir ‘yo de política no entiendo’? Mejor aún: ¡deleguemos nuestra voluntad! Yo soy del partido “X”, y el individuo-famoso de mi partido ha declarado que “tal y cual”, por tanto, eso es lo que voy a defender en las acaloradas tertulias de la cafetería. Es más, votaré por eso, y obligaré a mis niños a que ‘comprendan’ sin dudas, cual es ‘mi’ modo de ver las cosas. ¡Qué bien! Lo cierto es que gran parte de la población pensará que qué triste que ocurran cosas tristes, y ahí acabará todo. Pocas personas pensarán en ¿qué podría hacer mi país para remediar esa situación? ¿Cómo se podrían evitar acontecimientos parecidos? ¿Sería posible investigar alguna vez qué ocurrió, y que la Justicia actuara sobre los responsables? (por ejemplo, en España, donde las víctimas todavía son formalmente culpables) Pero no terminemos ahí, vayamos aún más lejos: ¿qué podría hacer yo para reducir el sufrimiento de la ciudadanía libanesa (y palestina)? En primer lugar, tener criterio propio. Saber que estamos ante una guerra, y que es preciso cuestionar todo cuanto nos den a conocer. Preocuparnos, porque están mueriendo seres humanos. Y actuar: exige a tu gobierno que se implique, más allá de los gestos y las fotografías, de las declaraciones y las condenas… ¡moved barcos, joder, ellos lo hacen! Votad en conciencia, según lo que veáis que dicen y hacen los políticos de turno. No perdonemos la pasividad ante el expansionismo genocida. Organicémonos, existen entidades como el Comité de Solidaridad con la Causa Árabe, este es un buen momento para dar un paso adelante por el bien de los demás. Y si con eso no bastara, no estaría de más involucrarse de un modo más decisivo. ¿Alguien ha pensado en la posibilidad de telefonear a la embajada libanesa y ofrecerse como voluntario para alistarse en su ejército? No bromeo, jamás sugeriría algo que yo mismo no haya considerado. Aborrezco las armas, pero nadie permanece quito ante una agresión. ¿Tienes compromisos familiares? Bien, envía una parte del dinero que no necesitas. ¿Andas escaso? Bien, colabora. Haz presión. Infórmate. Telefonea a tu concejal e invítale a que telefonee a su senador. Busca a otras personas concienciadas y unid esfuerzos. La distancia no cambia la razón. Solo porque el cadáver de un niño esté a 5.000 quilómetros, no deja de ser el cadáver de un niño. Seguro que alguna vez se te ha llenado la boca de mediterraneidad: “que si la dieta mediterránea, que si el aceite de oliva, que si el Mare Nostrum, que si un crucero por Mesina, que si esto, que si lo otro…”. Si permitimos que nuestros representantes políticos den la espalda al pueblo libanés (y al palestino), cualquier día estaremos en Benidorm y nuestro flotador tropezará con el cadáver de un hermano de cuyo sufrimiento ya sabíamos. O dicho sea de otro modo: permitamos este atropello a la Humanidad, y quizás dentro de veinte años, la situación se repita, pero con puertos náuticos en Jbail y niños muertos en Cuenca. Las fronteras son ficción. Esos niños inertes que pueblan nuestras portadas, son hermanos nuestros. Y no, no es demagogia: son muertos de verdad. Por si es necesario decirlo, no tengo ningún reparo en confesar que lloré viendo “El pianista” de Polanski, y lloré de nuevo, leyendo “El diario de Ana Frank”. De haber vivido bajo Hitler, sin duda habría acompañado a la ciudadanía hebrea por más de una razón. No soy antisemita –palabra que además está mal empleada por quienes la utilizan para insultar a los que hoy condenamos la actividad del gobierno israelí–. Y tampoco soy musulmán, ni tengo otro interés diferente de la comprometida defensa de un "ellos" que me incluye.
¡Salud y paz!
Jaume d'Urgell
Madrid

70 aniversario de la Revolución

24 julio, 2006

EDITORIAL ORTO nº 141: Hace setenta años


El próximo 19 de julio se va a cumplir/celebrar el setenta aniversario de una efeméride que para los libertarios tiene un significado muy especial. Nos referimos al comienzo de lo que se conoce históricamente como Guerra Civil Española, y que entre nosotros y nosotras es conocido como Revolución Social en España. Revolución Social que tuvo su período álgido de julio de 1936 a mayo de 1937.
Después de los HECHOS DE MAYO, en la Telefónica de Barcelona, y la intervención de los ministros de la CNT en el Gobierno de la República, la Revolución Social en el conjunto de los pueblos y ciudades que estaban bajo el “ dominio “ republicano perdió su enorme empuje; los dramáticos avatares de la contienda bélica en perjuicio de la zona denominada roja hicieron que menguara la capacidad de respuesta revolucionaria inicial, contribuyendo de manera decisiva la acción contrarrevolucionaria del Partido Comunista español.
El pasado 14 de abril se cumplía el 75 aniversario de la proclamación de la Segunda República española. Gran cantidad de actos oficiales o no han tenido lugar durante varios meses antes y después la mencionada fecha. En muchos de ellos ha estado presente el recuerdo, no sólo de lo que pasó entre 1931-36, sino que también lo sucedido entre 1936 - 39. Es lo que se ha dado en denominar la Memoria Histórica.
Como hemos escrito en otras ocasiones, nosotros no somos contrarios al recuerdo histórico, más bien lo contrario. Pero tenemos que aclarar que una cosa es el recuerdo y otra muy diferente la añoranza continua de esa memoria, por mucho que lo ocurrido en ese período histórico sea de una profundidad revolucionaria digna de ser tenida muy en cuenta, tanto por la generación actual como por las venideras. Lo realizado por la clase trabajadora en ese corto espacio de tiempo quedará ahí como documento irrefutable de lo que puede hacer la humanidad cuando no se rige por el grosero parámetro del interés económico y del poder de unos pocos privilegios.
Y es en ese aspecto que deseamos llamar la atención de lo que está sucediendo y lo que está en proyecto de suceder. Nos explicaremos, empezando por el final. Lo que está en proceso de suceder es que el Gobierno socialista (socialdemocracia escorada al centro derecha) va a aprobar una ley que ponga punto y final a lo que sucedió entre el 36 y el 39 del siglo pasado. Es casi imposible que una ley ponga punto y final a cualquier cosa, pero mucho menos si lo que tiene por objeto dicha ley es la memoria histórica de ese período. Y afirmamos eso porque la línea que se está siguiendo en la actualidad tanto en los medios de comunicación en general, como en los más afines al PSOE, es que se hable de guerra civil, de muertos, de cunetas y fosas comunes, pero no de lo que sucedió en aquellos meses en toda su amplitud.
Está muy bien, y nos congratulamos que los familiares de las víctimas del franquismo sepan donde están sus seres queridos, y que se les entierren como cada cual tengan a bien hacerlo. Nada que objetar. Lo que nos parece mal, lo que no está nada bien es el querer hacer ver que la llamada memoria histórica se circunscribe sólo a lo relacionado con los muertos/asesinados por la Dictadura franquista/clerical, o a pedir que los dirigentes de la derecha pidan perdón por lo que hicieron sus antecesores. Y si lo hicieran sería un acto de pura hipocresía, ya que en el fondo si las circunstancias fueran iguales o parecidas volverían a hacer lo mismo. Ellos ni olvidan ni perdonan. La Historia está llena de multitud de ejemplos. Uno de ellos: la intención por parte del Vaticano de canonizar masivamente a los que ellos llaman mártires de la hordas rojas. Llegando en su delirium tremens a querer canonizar al mismísimo dictador y asesino: General Franco.
En charlas, escritos, tertulias, exposiciones, artículos, etc, que han tenido y tienen como leiv motiv este tema, la base del discurso expositivo ha sido el recuento de muertos, por qué se perdió la guerra, quién tuvo la culpa de la misma, la intervención o no de los países extranjeros en la misma, y un largo etcétera, que no aporta nada o muy poco al verdadero sentido que tuvo lo que sucedió entre julio del 36 y abril del 39.
Es verdad que hubo unos muchos y graves desmanes en la zona llamada republicana, es verdad que hubo muchas cosas de toda índole que no se hicieron bien, pero todo ello junto es una nimiedad para lo que aconteció en la conocida como zona nacional durante y, sobre todo, una vez terminada la guerra. Por suerte no estamos en la Edad Media, y se han dejado suficientes documentos escritos y visuales que ponen las cosas en su sitio. No es tan fácil en la actualidad falsificar la historia, por mucho que escritores a sueldo de la voz de su amo, se empeñen en hacernos ver lo contrario.
Hace setenta años, además de un golpe de estado, de una guerra civil (¿hay algo más incivil que una guerra?), de miles y miles de muertos y asesinatos durante y después del conflicto bélico, además de todo eso hubo una verdadera Revolución, una experiencia colectiva de cómo se puede organizar la sociedad sin explotados ni explotadores, hubo una realidad asociativa en torno al funcionamiento del mundo rural y urbano y de las formas de producción y reparto de la riqueza que no se había dado hasta esa fecha. Es la MEMORIA TOTAL, y no la parcialización de la misma la que toca reivindicar. Como hemos dicho en otras ocasiones que cada uno asuma sus responsabilidades de éxitos y fracasos, que nosotros y nosotras,
libertari@s, asumimos los nuestros. Que a nadie se le olvide, lo hecho por las Colectividades agrarias y urbanas también son parte, y muy importante, de esa memoria histórica.
Para terminar, decir que quienes durante estos últimos veinticinco años
no han tenido la dignidad de revindicar esa memoria, en aras del oportunismo político partidista, vengan ahora a querer convertirse en paladines de la defensa de esa memoria. Qué bonito es venir ahora con la cantinela de que no era el momento adecuado para ello, de que la gente tenía miedo. Esas son excusas de mal pagador. Que no nos vengan con esas excusas. Si ellos, fundamentalmente socialista y comunistas, dirigentes políticos han obviado esa parte de la memoria histórica es porque no hicieron las cosas como la ocasión requería. Y un ruego, si vais a falsificar más aún lo que pasó, dejad las cosas tal como están, que ya vendrán mejores tiempos para poner las cosas en su verdadero lugar.

ORTO Revista Cultural de ideas Ácratas, Apartado de Correos nº 322, 08910 Badalona.



El individualismo en el Anarquismo


Errico Malatesta

No pretendo hablar aquí de aquellos que, con llamarse individualistas, creen justificarse de cualquier acción repugnante y que tienen tanto que ver con el anarquismo como los esbirros con el orden público del cual se creen defensores, o como los burgueses con los principios de moral y de justicia con los que a veces intentan defender sus homicidas privilegios.
Tampoco pretendo hablar de aquellos anarquistas que se llaman “indivi­dualistas en los medios”, los cuales, en la lucha que hoy combatimos, prefie­ren, o exclusivamente admiten la acción individual, sea porque la creen más eficaz, sea por medidas de prudencia, o porque temen que una organización cualquiera, una inteligencia colectiva cualquiera, redundaría en menoscabo de su libertad.
Hablaré del individualismo como filosofía, como concepción general de la naturaleza de las sociedades humanas y de las relaciones entre individuo y colectividad, en cuanto aquel individualismo está profesado (a veces hasta sin darse cuenta) por parte de los anarquistas.
Hay quien se llama individualista por creer que el individuo tiene dere­cho a su completo desarrollo físico, moral e intelectual y debe encontrar en la sociedad una ayuda, no un obstáculo, para alcanzar el máximo de felicidad posible. En este sentido todos somos individualistas y en este caso no se trata sino de una palabra o de un calificativo más o menos que nosotros no adop­tamos para que no origine confusiones. Y no tan sólo somos individualistas en el sentido susodicho los socialistas y los anarquistas de todas las escuelas, sino que lo son también todos los hombres de cualquier escuela o partido, puesto que el individuo es el único ser senciente y consciente, y siempre que se habla de goces o de sufrimientos, de libertad o de esclavitud, de derechos, de deberes, de justicia, etc., nos referimos y no podemos dejar de referirnos sino a los individuos vivientes.
A veces no se trata sino de una simple cuestión de palabras que no vale la pena de hacerla caso. Pero a menudo existe realmente una importante dife­rencia de ideas entre aquellos que repudian el individualismo e importa determinar esa diferencia porque son graves las consecuencias que de ella se derivan, a pesar de que los objetivos finales de unos y otros sean los mismos. No hay motivo ni razón para mirarse rabiosamente y tratarse como adversa­rios por más que, desde que los anarquistas se han metido a “filósofos”, se ha originado una confusión tal de ideas y de palabras. que ya no hay modo de saber si estamos o no de acuerdo; pero urge que nos expliquemos bien, siquiera para desembarazarnos para siempre de cuestiones abstractas que absorben la entera actividad de algunos anarquistas en detrimento del tra­bajo de verdadera propaganda.
Examinando todo lo que han dicho y escrito los anarquistas individualis­tas, descubrimos la coexistencia de dos ideas fundamentales, contradicto­rias, que muchos no afirman explícitamente, pero que en una u otra forma las hallamos siempre, y a menudo hasta en las ideas de muchos anarquistas que no suelen llamarse individualistas.
La primera de estas ideas consiste en considerar la sociedad como un agregado de individuos autónomos, completos en sí mismos, que no tienen razón de estar juntos sí no hallan su propio interés y que pueden separarse cuando hallaren que las ventajas que la sociedad les ofrece no compensan los sacrificios de libertad individual que la sociedad les exige. En suma, consi­deran la sociedad humana como si fuese una especie de compañía comercial que deja o tendría que dejar libre a los socios que forman parte de ella según sus conveniencias. Hoy, dicen los que así piensan, como algunos pocos indi­viduos han acaparado todas las riquezas naturales o producidas, los demás vienen obligados a observar a la fuerza leyes impuestas por la sociedad o por los individuos que en la sociedad imperan; pero si la tierra, si los medios de trabajo fuesen libres para todos, y si la fuerza organizada de una clase no esclavizara al pueblo, nadie vendría obligado a vivir en sociedad cuando su interés le aconsejase diferentemente. Y como que una vez satisfechas las necesidades materiales la suprema necesidad del hombre es la libertad, cualquier forma de convivencia que exigiere el más mínimo sacrificio de la voluntad individual, tiene que repudiarse. Haz lo que quieras, tomado en el sentido más estrecho y absoluto de la frase, es el principio supremo, la regla única de la conducta.
Pero, de otra parte, admitidos el individuo autónomo y su absoluta, ilimi­tada libertad, se deriva que, apenas los intereses se hallan en antagonismo y las voluntades varían, surge la lucha, y en la lucha unos quedan vencedores y vencidos los otros y, por lo tanto, se vuelve a la opresión y a la explotación que quería evitarse. Por esto los anarquistas individualistas, que a nadie ceden en su ardiente deseo del bien para todos, han tenido que inventar un lazo para poder, más o menos lógicamente, conciliar el bien permanente de todos con el principio de la absoluta libertad individual, y este modo de con­ciliación lo han hallado adoptando otro principio; el de la armonía por la ley natural.
Haz lo que quieras que, ciertamente, dicen espontáneamente, natural­mente, no querrás sino aquello que no pueda perjudicar el igual derecho de los demás a hacer lo que quieran.
“Nuestra libertad -me decía un amigo- no lesionará la libertad de los demás. Como los astros gravitando en torno del propio centro recorren trayectorias espaciales, del propio modo los hombres podrán reco­rrer su propia línea de libertad sin confundirse nunca y sin degenerar en el caos.” Y otros, sustituyendo la astronomía por la fisiología, hablan de una “simpática aglomeración de células en los vegetales y en los animales”, y de la formación de los cristales otros, pasando de ese modo revista a todas las ciencias naturales.
Pero de los cristales contrahechos, de la lucha por la existencia, de las catástrofes cósmicas, de las enfermedades, de toda la infinita suma de desastres y de dolores que también existen en la naturaleza, nadie se acuerda.
La desarmonía, el antagonismo de intereses, son consecuencias de las instituciones presentes. Destruid el Estado, respetad la completa libertad de comercio, de la banca, de la casa de moneda; que el derecho de posesión de la tierra esté limitado por la obligación de cultivarla; que sea libre, comple­tamente libre la competencia, dicen los anarquistas individualistas de la escuela de Tucker, y la paz reinará en el mundo: la renta económica, o sea la diferencia de valor, por productividad y por posición, de las varias partes del suelo desaparecerá naturalmente y la competencia nos conducirá natural­mente a la más provechosa utilización de las fuerzas naturales a beneficio de todos.
Destruid el Estado y la propiedad individual -dicen los anarquistas indi­vidualistas de la escuela comunista (la cosa existe a pesar de la aparente con­tradicción de los términos)- y todo marchará bien; todos estarán naturalmente de acuerdo; todos trabajarán porque el trabajo es una necesi­dad fisiológica; la producción corresponderá siempre y naturalmente a los pedidos de los consumidores y no habrá necesidad de pactos ni de reglas porque... haciendo cada uno lo que quiera se hallará que sin saberlo ni que­rerlo habrá hecho lo que querían los demás.
Así es que, yendo hasta el fondo de la cosa, nos hallamos con que el anar­quismo individualista no es más que una especie de armonismo, de provi­dencialismo.
Según mi modo de ver, los principios del individualismo son completa­mente erróneos.
El individuo humano no es un ser independiente de la sociedad, sino su producto. Sin sociedad no habría podido salir de la esfera de la animalidad brutal y transformarse en un verdadero hombre, y fuera de la sociedad retornaría más o menos rápidamente a la primitiva animalidad.
El doctor Stokmann del Enemigo del pueblo de Ibsen, que irritado por no verse comprendido y seguido por la población exclama que “el hombre más fuerte es el que está más sólo”, y que algunos han tomado por anarquista cuando no es más que un aristócrata, decía un solemne despropósito. Si él sabía más que los demás y podía mucho más que los demás, era porque había vivido más que los demás en comunicación intelectual con los hombres pre­sentes y pasados, porque se había beneficiado más que los otros de la socie­dad y por tanto debía a ésta mucho más que los demás individuos.
El hombre puede ser en la sociedad libre o esclavo, feliz o infeliz, pero en la sociedad debe permanecer, porque ésta es la condición de su ser de hom­bre. Por consiguiente, en lugar de aspirar a una autonomía nominal e impo­sible, debe buscar las condiciones de su libertad y de su felicidad en el acuerdo con los demás hombres, modificando de acuerdo con ellos aquellas instituciones que no les convengan.
Vana es, y completamente desmedida por los hechos, la creencia en una ley natural en virtud de la cual la armonía entre los hombres se establece automáticamente, sin necesidad de su acción consciente y querida.
Aún destruido el Estado y la propiedad individual, la armonía no nace espontáneamente, como si la naturaleza se ocupara del bien y del mal de los hombres, sino que es necesario que los mismos hombres produzcan, esta­blezcan esa armonía.
El armonismo -la fe en una ley natural en virtud de la cual todas las cosas se arreglarán por si mismas a las mil maravillas- está en el fondo de las ideas de los individualistas y que única­mente con este armonismo podían éstos conciliar su ferviente y sincero deseo del bienestar de todos con su ideal de una sociedad en la que cada uno disfrute de una libertad absoluta sin necesidad de establecer pactos ni tener que llegar a una transacción con nadie.
A decir verdad, un fondo de armonismo, o dicho también de otro modo, de fatalismo optimista, se halla asimismo en todos los anarquistas y tal vez en todos los socialistas modernos de las escuelas más diversas. Depende esto de varias y opuestas causas: hay un poco de sobrevivencia de las ideas religiosas según las cuales el mundo ha sido creado y ordenado para bien de los hom­bres; un poco de influencia de los economistas que intentaron justificar con una pretendida armonía de intereses los privilegios de la burguesía; un poco el favor casi exclusivo que gozaron las ciencias naturales y también el deseo de embellecer y hacer fáciles las cosas para el mejor éxito de la propaganda y lo cómodo que resulta siempre saltar a pies juntos por encima de las dificul­tades y no tomar la molestia de afrontarlas y resolverlas. Y los individualistas tienen únicamente la culpa, o el mérito, de haber sacado las consecuencias lógicas del error de todos.
Pero el haberse equivocado todos más o menos no es una razón para per­severar en el error. La pretendida armonía que reina en la naturaleza signi­fica tan sólo esto: si un hecho existe, quiere decir que se han verificado las condiciones necesarias y suficientes para la existencia del hecho.
La naturaleza no tiene finalidad o, en todo caso, no tiene las finalidades humanas: para ella la muerte, los dolores, los estragos de los seres vivos son indiferentes y pueden ser elementos de su “armonía”. El hecho de que el gato se coma al ratón es un hecho natural y por tanto perfectamente en armonía con el orden cósmico, pero si interrogáramos a los ratones acaso nos res­ponderían que esta armonía la encuentran excesivamente desafinada.
Es ley natural que los seres vivos tengan que nutrirse y que, por consi­guiente, el número y la fuerza de los vivientes están limitados por la cantidad de alimentos adaptados para cada especie; pero la naturaleza mantiene el límite, indiferentemente, con los estragos, el hambre, las degeneraciones, y los ejemplos se podrían multiplicar hasta lo infinito.
Para poder hacer ver Carlos Fourier cuán superior es la naturaleza al arte, se sirvió de un parangón que se ha hecho clásico a fuerza de repetirlo. “Poned dentro de un vaso muchas piedrecitas de distintos colores, agitadlas, vaciad luego el vaso sobre una mesa y obtendréis una combinación de colo­res que ningún pintor será capaz de hallar.” Es muy posible... pero segura­mente no se obtendrá tampoco una madonna del Tiziano; no obtendréis tampoco aquello que hubierais querido, por feo que fuese lo deseado. Y esto es lo esencial.
La verdad es que esta ley misteriosa en virtud de la cual la naturaleza, pro­videncia benéfica, tendría que hacer las cosas a gusto de los hombres, es un absurdo que todos los hechos contradicen y que ni por un momento resiste al examen. Se puede concebir el fatalismo, por más que éste contradiga todos los móviles que nos hacen obrar; pero el fatalismo optimista, un hado inte­ligente que se ha preocupado de la felicidad de las generaciones humanas, es una cosa verdaderamente inconcebible.
¿Cómo es posible que esta ley de armonía haya tardado millones de siglos a entrar en funciones, esperando precisamente a que los anarquistas procla­men la anarquía?
El Estado y la propiedad individual son, ciertamente, la causa de los más graves antagonismos sociales presentes; pero estas instituciones no pueden haber sido producidas por una milagrosa suspensión de las leyes de la natu­raleza y forzosamente han de ser el efecto de antagonismos preexistentes. Destruidas, se reproducirían otra vez, si los hombres no procurasen arreglar de otro modo aquellos conflictos que les dieron nacimiento.
Conflictos de intereses y de pasiones existen y existirán siempre, pues aunque se pudiese eliminar los existentes hasta el punto de conseguir un acuerdo automático entre los hombres, otros conflictos se presentarían a cada nueva idea que germinase en un cerebro humano. De hecho, ¿cómo imaginarse que cuando se produzca un deseo nuevo en un individuo los
cerebros de los demás hombres vayan a modificarse inmediatamente y de modo que estén dispuestos a acoger favorablemente aquel deseo? ¿Cómo creer que toda nueva idea vaya a ser inmediatamente aceptada por todo el mundo? Además, ¿serán justas todas las ideas nuevas? ¿Ya no se dirán más disparates? ¿O es que se imaginan que el ambiente será tan uniforme que suprimirá toda la diferencia inicial entre los hombres y que todos se des­arrollarán sincrónicamente con matemática igualdad?
¡Y aun sería necesario que esta uniformidad de muerte fuese querida por los hombres, pues que la naturaleza entregada a sí misma produce siempre nuevas variedades!
Es necesario no contentarse con vanas palabras. Cuando se dice que “la libertad de un individuo halla, no el límite, sino el complemento en la liber­tad de los demás”, se expresa en forma afirmativa un ideal sublime, acaso el más perfecto que pueda asignarse a la evolución social; pero si con ello se entiende afirmar un hecho positivo, actual, o que podría actuarse después de destruir las instituciones presentes, se cambia simplemente la realidad objetiva por las concepciones ideales de nuestro cerebro. Dejando a un lado la opresión que soportamos como proletarios y como gobernados ¡cuántas cosas no haríamos y que dejamos de hacer para no disgustar o incomodar a los demás! Podemos abstenemos voluntariamente y aun hallar placer en sacrificarnos a la comunidad; pero nos gustaría mucho más que los demás hombres tuviesen gustos y necesidades diferentes que nos permitieran hacer aquello que nos gusta, y esto prueba que muchas veces nuestra libertad halla un límite en la libertad de los demás.
Y no es que entendamos hablar únicamente de los “gustos y caprichos”, ciertamente respetables, pero secundarios. Los conflictos se producen tam­bién naturalmente en la esfera de la satisfacción de las necesidades esencia­les y a los hombres corresponde eliminarlos o suavizarlos para el mayor bien de todos. Uno puede tener deseo o necesidad de comer una cosa que no puede procurarse sin quitarla a otro, ocupar un puesto que ocupa ya otro, etc., etc. Podrá proveerse para que toda clase de alimentos puedan estar a disposición de todos, para que todos puedan acomodarse... pero es necesa­rio proveer.
Decir que naturalmente, sin pactos, se producirá precisamente todo aquello que pueda desearse, significa prepararnos a recibir desilusiones terribles; significa, en la práctica, renunciar a hacer, y por lo tanto colocarse en situación de tener que aguantar aquello que harán los demás.
Se dice que todos trabajarán porque el trabajo es un ejercicio higiénico y una necesidad orgánica la aplicación de las propias facultades. Es verdad; pero lo que no es verdad es que esta necesidad de ejercicio corresponda exactamente con la necesidad que los hombres tienen de los productos y que se adaptará espontáneamente a las condiciones impuestas por el instrumento de producción. Si cada uno estuviere convencido de que haciendo lo que mejor le place hace todo lo que debe porque todo marchará bien del mismo modo, ciertamente que muchos trabajos accesorios dejarían de hacerse porque no agradan a nadie y otros trabajos habrá que no podrán hacerse porque es necesario que un cierto número de individuos se pongan de acuerdo y respeten los acuerdos que tomen.
Verdad que la tierra puede alimentar abundantemente a todos sus habi­tantes y que el trabajo puede organizarse de modo que sea un placer, o un leve esfuerzo que todos harán voluntariamente.., pero es necesario organi­zarlo. Creer que trabajando cada uno a salga lo que saliere, cuando le parezca bien y como le parezca mejor, sin tener en cuenta lo que hagan los demás y sin coordinar y subordinar la propia actividad a la actividad colectiva, vamos a encontrarnos al final del año con que habremos producido el grano, las máquinas, los zapatos y las alcachofas necesarios para satisfacer los deseos de todos... es como si pusiéramos nuestro destino en manos de Dios.
ORTO Revista Cultural de ideas Ácratas, Apartado de Correos nº 322, 08910 Badalona.

ORTO nº 141: EL EXILIO RECORDADO


Antonio Serrano González

Aquel exilio que se inicia en los primeros días del mes de febrero de 1939, en el que cerca de medio millón de personas, mujeres, adultos, niños, ancianos de to­das las edades, pasamos los Pirineos y cruzamos la frontera francesa perseguidos por el ejército franquista que había tomado la ciudad condal el 26 de enero. Ese exilio acaba de ser recordado por Julio Martín Casas y Pedro Carvajal Urquijo, en la Colec­ción Historia y Sociedad de Planeta. Muchos de aquellos que fueron creciendo por Francia, Bélgica, Inglaterra, Rusia, algunos hoy ya ancianos, han recordado momentos que ellos guardan en sus recuerdos como estampas de ese pasado triste y doloroso.
Sobre la guerra civil que se le impuso al pueblo español, se han escrito más libros que sobre la primera y segunda guerra mundiales juntas. Juan García Durán, compañero galaico, maestro de escuela, secretario general del CN y de la Alianza Democrática, huido de España cuando las botas policíacas sonaban tras sus espaldas, logra desde Francia llegar a Montevideo, allí logra una beca para un trabajo de investigación histórica que realiza en los Estados Unidos, y esta investigación le da
la reseña de más de 30.000 títulos de libros publicados por diversos países europeos y de América del Norte y del Sur. Más tarde, Ricardo de la Cierva, franquista, fascista, monárquico, hablará de más de setenta mil títulos registrados. Sí, así es, como corrió mucha sangre, ha corrido mucha tinta.
No es posible transmitir todo cuanto allí se dice ni cuanta indicación sugieren, se describen lo que fueron los campos de concentración franceses, las guarderías in­fantiles, el trato y maltrato de esos primeros días que la administración francesa, pillada desnuda, al no tener nada previsto, tuvo que improvisar, y casi siempre las impro­visaciones crean muchos errores y desaciertos.
El asturiano Antonio Martínez nos cuenta: "veníamos bastante sucios, habíamos tirado por la borda toda la ropa que llevábamos, alguien corrió la voz de que en Rusia nos iban a dar ropa nueva. Cuando llegamos nos recibieron con música, pero nada dice de la ropa. Aquel gran inquisidor bolchevique, Jesús Hernández, nos dice en su libro Yo Ministro de Stalin en España,: "El capitán del barco anuncia por megáfono que estamos entrando en aguas territoriales soviéticas". Todos, en un delirio, gritaban vivas a la Unión soviética al mismo tiempo que comienzan a tirar al agua la ropa que llevan puesta. Una joven madre lanza al mar la ropa de su bebe de pocos meses. Ante aquello digo al dele­gado del partido que convoque urgente una reunión en la sala comedor. Allí les digo el equívoco que han hecho al deshacerse de la ropa que llevaban. Allí a donde vamos no encontraremos nada".
Aquellos hombres y mujeres, cuando escucharon aquel exhorto, no supieron que responder, se les acabó la voz, tal poder ejerce la jerarquía sobre las masas que son sus bases. El español tan gritón, ya lo decía León Felipe en un feliz y hermoso poema: "por qué grita tan fuerte el español, porque tiene razón, porque tiene hombría". Pues quienes viajaban en aquel barco, habían perdido la voz, habían dejado de gritar. La hombría la habían perdido también, pues lo menos que debieron hacer, con el camarada Jesús Hernández, era lanzarlo al agua, ya que él llevaba quince años escribiendo y perorando por toda la península las bondades y riquezas de la llamada "patria del proletariado".
Los autores han tenido el acierto de reproducir el decreto del general Mola, hecho en Pamplona al inicio de la guerra. Ese decreto no debe ser olvidado, la criminalidad que allí resalta hay que tenerla presente por los siglos de lo siglos, ya que indica cual era la esencia del ejército español: "Se tendrá en cuenta que la acción ha de ser en extremo violenta para reducir lo antes posible al enemigo. Serán encarcelados todos los direc­tivos de los partidos políticos, sociedades o sindicatos no afectos al movimiento, apli­cándoles castigos ejemplares a dichos individuos para estrangular los movimientos de rebeldía o huelgas. Las vacilaciones no conducen mas que al fracaso. Es necesario propagar una atmósfera de terror. Cualquiera que sea, abierta o secretamente, defensor del Frente Popular debe ser fusilado". Y sobre el mismo tema, Josep M. Sala i Sabaté nos recuerda: "Simultáneamente grupos de falangista, requetés y derechistas en general, iniciaron su obra de limpieza general. Los campos, los caminos, las tapias de los cementerios y las cunetas de las carreteras se llenaron de cadáveres, que fueron enterrados en tumbas anónimas en el mismo lugar donde se produjeron los asesinatos".
No falta la mentira, la felonía de aquellos que no cesaban de repetir: ¡Resistir! ¡Resistir!...pero ya tenían oculto el avión que los llevaría por lo pronto a París. Pasionaria se explaya contra la Columna de Hierro, al igual que haría más tarde contra quien fuera presidente del Consejo de Aragón, Joaquín Ascaso. En su libro El único camino, dice que: “ Ascaso vivía majestuosamente en América gracias a las joyas y el oro robado". Ascaso vino de Francia a Venezuela, y en Caracas trabajó como jefe de almacén de la mejor mueblería, que tenía dos fábricas que trabajaban para ella, y Ascaso despachaba el material que estas fábricas necesitaban. Cansado de la vida caraqueña, marchó a Chile, y en Santiago trabajó en un laboratorio farmacéutico. Aquello no fue bien y regresó a Caracas, pero ya no pudo entrar en la misma empresa, los tiempos habían cambiado, y a su edad no podía hacer de encofrador, que era su oficio. Su compañera tuvo que emplearse en una tienda como vendedora, y este será el único jornal que llegará al hogar. En sus últimos años lo pasaron muy mal, con muchas penurias y muchas necesidades.
Uno de estos exiliados, hoy sobreviviente de aquella tragedia, Argentina Álvarez, nos dice: "Yo caí en casa de un anarcosindicalista, de izquierda naturalmente, allí pasé mi juventud hasta que me casé". No está muy claro desde que lugar habla esta señora Argentina Alvarez. Más adelante, en la página 39, habla una Isabel Argentina Álvarez, residente en la Habana, Cuba, en donde hace de traductora, no sería en donde fue reco­gida y albergada en la casa de un "anarcosindicalista de izquierda", como quien afirma que hay anarcosindicalistas de derechas. Podemos afirmar, que de ser de derechas muy poco tendría de anarcosindicalista.
A Inglaterra llegaron niños y niñas vascos, atendidos por organizaciones reli­giosas y políticas, porque el gobierno inglés no contribuyó a su mantenimiento. Aquel 19 de junio 1937, en que el ejército fascista entró en Bilbao, lo anuncia así: "Noticias de España, las Fuerzas nacionales de Franco han tomado Bilbao". Y se armó un revuelo increíble, los chiquillos destrozamos mucho el campamento, destrozamos al tipo que lo habla radiado, le destrozamos la caravana, todos los niños chillándole: ¡Fascista!. Ahí si que no hubo segregación. De haberlo visto León Felipe, hubiera pensado: "Estos no han perdido su españolidad".
Un asturiano recuerda: "entonces me tocó verlos desde el bosque donde estaba escondido. Los llevaban hasta el ayuntamiento de Pongo, y desde allí hasta una montaña que separa Asturias de León. Allí hay un hueco, al que tiras una piedra y no sabes a donde llega y no gastas ni un tiro para matarlos. Amarrados de dos en dos, los empujan hacia el hueco. ¡La huesera que hay allí!.
El día 20 de mayo de 1939, un día después del "Desfile de la Victoria de las tropas franquistas”, en la iglesia de Santa Bárbara de Madrid se celebraba un solemne Te Deum de agradecimiento, y de ofrenda de la espada de la Victoria, en acción de gracia por la providencia del Señor con las armas españolas y en reconocimiento público del auxilio divino, sin el cual hubiera sido imposible nuestro triunfo. Ante el cardenal Isidoro Gomá, primado de las España, la iglesia reconocía oficialmente al general Franco como caudillo por la gracia de Dios". Se ve clarito que aquí no hubo gracia, aquello fue una desgracia que aún perdura. La gracia la tuvieron Alemania e Italia, también ayudó la abstención de las llamadas democracias en vender armas a la república, sobre todo Francia, y la hoy llamada Reino Unido.
Serían muchos años después, cuando el cardenal Tarancón, al término de una asamblea episcopal, declaró: "La iglesia reconoce que algunas veces ha olvidado su misión pastoral y se ha puesto al lado de unos y enfrentado a los otros". No pasaron varios días, cuando Carrero Blanco, ante aquella cardenalicia salida, y de que a él le diera por imitar a los astronautas navegando por los espacios, respondiese: “El gobierno español ha pagado a la iglesia muchos millones de pesetas para su misión pastoral y evangélica por los servicios prestados". Mi amigo Mauro diría: “Ni los gobiernos ni la iglesia, en razones de Estado y de dogma, nunca se rigieron por la ética; la moral es una careta de quita y pon”.
Volviendo al texto del exilio: "El mayor campo disciplinario fue el de Vernet, en el Ariège. En él fueron internado los anarquistas de la 26 división, la que fuera Columna Durruti. Disponía de espacios de castigo, que los detenidos bautizaron como "cuadrilátero" y el "picadero", además de celdas de aislamiento. Quienes por principios llevamos dentro de nosotros los sentimientos más solidarios de afecto y camaradería, recibimos por adelantado el mayor rechazo y repudio. No olvidemos la enorme fuerza que tenía la derecha francesa y su gobierno, que era derechista y seguía la orientación de la iglesia vaticana que apoyaba al franquismo contra la república.
Por otro lado, los autores de este libro sobre el exilio español, se plantan en medio de la plaza de España, plaza Mayor y Puerta del Sol, y desde allí gritan fuerte, para que toda España los oiga, para que los de la Zarzuela y los de la Moncloa no olvi­den que nosotros no olvidamos, y nos recuerdan que desde Ginebra, la Comisión Inter­nacional de Abogados denunciarían que el glorioso Alzamiento Nacional, Santa Cruzada de Liberaci6n, entre 1939-1943, el régimen franquista había ejecutado, sin ninguna clase de garantías judiciales, a cerca de doscientos mil españoles. Pero aquellas voces se las lleva el viento, los aliados triunfantes en la guerra desatan la guerra fría tratando de cortar los pasos que los rusos buscan dar. En Yalta, los "tres grandes" se habían repartido el mundo en zonas de influencia y España había caído bajo la influencia inglesa, los hijos de la "Rubia Albión" no iban a ceder el traspaso del régimen fran­quista a una nueva república que no aseguraba un reconocimiento de supeditación a la nueva cara que se tejía para Europa.
Aquellos exilados, que en Francia trabajaban en compañías de trabajo bajo mando mi­litar haciendo toda clase de trabajo que las necesidades económicas y militares de Francia requerían, fundaron maquis para sabotear el paso a los ejércitos alemanes, muchos otros trabajaban en las minas, y muchos más en la agricultura para ocupar el puesto que el hombre de la casa había abandonado para ir a la guerra. También se abrió, por necesidad, un nuevo servicio, llevar de un punto a otro a miles de personas cuyas vidas estaban en peligro. Nos dicen los autores del libro: "El más conocido es el anarquista Francisco Ponzán, que activo desde el otoño de 1940, salvó la vida a más de mil quinientas personas. Los españoles también organizaron redes de evasión para el paso de los Pirineos hasta Portugal, Gibraltar o Norte de África. En colaboración con los servicios secretos aliados consiguieron sacar a muchos aviadores británicos derribados en la Francia ocupada, a judíos y a miembros de la resistencia, destacándose en esta tarea los grupos anarquistas que desde el primer momento se sumaron a la resistencia. "No es la patria francesa la que está en peligro, ni la libertad de Francia la que está en juego, es la libertad, la cultura y la paz mundiales".
También Carlos Pi i Suñer ha recordado aquello que ha sido imposible olvidar. Se refiere a la actividad de grupos vascos y catalanes: "Constituían unos de los grupos más activos. El jefe de la delegación vasca era José Ignacio Lázaro, un hombre correcto, cordial, con buenas relaciones y que sabía tocar muchas teclas". Una de éstas era la relación con el Vaticano. Carlos Pi nada dice de ello, pero escrito está por el propio presidente del país vasco, Aguirre. En este mundo los humanos nos equivocamos algunas veces, pero el Vaticano se ha equivocado muchas, y fue aquel radiograma enviado a Barcelona, en vez de serlo a Bilbao, asegurando el acuerdo con el franquismo, por el que estos "no tomarían represalias contra los vascos si estos deponían las armas y se entregaban" (esto era una traición a la república). Pero como Bilbao no recibi6 el mensaje del Vaticano, luchó hasta perder Bilbao. Para Aguirre, y buena parte de los suyos, los vascos no tenían porqué luchar por España. De las pocas cosas buenas que Negrín hizo, esta fue una, el radiograma llegado a la telefónica de Barcelona se lo dieron a Negrín, éste lo metió en su bolsillo y nada dijo.
Entre tres mil quinientos y cuatro mil hombres penetraron en el Valle de Arán, dirigidos por Vicente López Tovar, con el proyecto de entrar en España: "Toda España estaba presta para alzarse contra el franquismo. Tenía órdenes de presentarme delante de Viella, y mien­tras yo tiraba para arriba, hubo en las Burdas una batalla de la que ni nos enteramos. Fue la 400 Brigada, que era la que estaba en Toulouse, y la mandaba un anarquista; allá murieron once o doce”. Sin duda que este anarquista se había inscrito en la Unión Nacional en la creencia de que allí estaban todas las fuerzas unidas contra el franquismo.
La actividad de los anarquistas frente al franquismo no se puede silenciar, actuaron en todo tipo de acciones, el alto número de muertos en el maquis interior es el testimonio de su acendrado convencimiento ideológico, que los hacía estar por todas partes y en todo lugar en la primera línea frente al enemigo.
Bueno, es este libro para recordar, para no olvidar y tener fresca la mente, sobre todo aquello en que el franquismo sobresale por su crueldad, su criminalidad y su odio contra todo pensamiento que no fuese el suyo.

ORTO Revista Cultural de ideas Ácratas, Apartado de Correos nº 322, 08910 Badalona.


22 julio, 2006

21 julio, 2006

Difundan, por favor

19 julio, 2006

LIBANO/PALESTINA: ¡NO A LA AGRESIÓN COLONIAL!




Desde hace varias semanas el Estado israelí está empeñado en operaciones militares de gran amplitud en la franja de Gaza y en el Líbano, en respuesta al apresamiento de varios soldados del ejercito israelí y al lanzamiento de cohetes por Hezbollah. Centenares de víctimas civiles palestinas y libanesas, destrucción de viviendas e infraestructuras vitales, detención masiva de militantes palestin@s : la voluntad del Estado de Israel es clara: se trata de humillar cada vez más a la población de los territorios palestinos. Las potencias occidentales conceden un apoyo más o menos tácito a las operaciones en curso, apelando "al mejor" Israel "a dar pruebas de contención". El Estado Israelí a elegido la prueba de fuerza que intenta liquidar las posiciones de Hezbollah en el Líbano y abre la vía a una guerra devastadora en toda la región. Los sectores más belicistas de la administración Bush reclaman ya, una presión creciente contra Siria e Irán,
Incluso cuando Irak se convierte en el Viet-Nam del siglo XXI por las fuerzas de ocupación dominadas por loa EUdeA.
Alternative Libertaire exige la detención inmediata de todas las operaciones militares israelís en Palestina y el Líbano y de toda cooperación militar, en particular francesa , con el Estado israelí.
Alternative Libertaire reafirma su apoyo a las fuerzas progresistas y laicas de la resistencia palestina así como a las anti-colonialistas y opuestas al ejercito israelí.
En Palestina y en el Líbano, como en todo el mundo, no habrá paz sin justicia.
Por todo esto nosotros reivindicamos:
- La retirada del ejercito israelí de todos los territorios palestinos ocupados desde el 1967, de las granjas de Chebaa en el Líbano y de los altos sirios del Golán;
- El desmantelamiento de todas las colonias e infraestructuras coloniales en Cisjordania y en la franja de Gaza;
- La aplicación del derecho de retorno de los refugiados a sus hogares.
Por una Palestina libre, laica y democrática
Alternative libertaire, el 17 de julio de 2006

LA MATANZA IMPUNE


Israel desata un diluvio de fuego sobre los suburbios de Beirut

InSurGente (Antonio Maira).- Es la guerra impune, la represalia ilimitada, la matanza instrumental, el castigo feroz para imponer respeto. La eliminación total de cualquier freno a la brutalidad de la guerra. En primer lugar los que debería establecer el derecho humanitario, obligatorio para los países y sus ejércitos, salvo los de Estados Unidos, sus aliados fieles y, sobre todo, Israel. En segundo lugar, las normas proclamadas por los “códigos del honor militar” que deberían impedir, por ejemplo, las matanzas planificadas de civiles desarmados. Se imponen como normales los desmanes infinitamente brutales de la Guerra de Destrucción Masiva Unilateral, que no respeta límites y se realiza sin contendiente. El más fuerte masacrando al abismalmente débil que no tiene posibilidad alguna de defenderse. Guerra genocida, guerra cobarde. Es el “código Hiroshima”.

EXTRAÍDO DE : http://www.insurgente.org/

IMÁGENES Y VIDEO EN : http://www.fromisraeltolebanon.org

18 julio, 2006

ORTO nº 141 de abril-junio de 2006


Ha aparecido el número 141 de ORTO, revista cultural de ideas ácratas:
Editorial: Hace 60 años
Renta máxima, y III, por Xavi Díez
Sanchos locos y aquijotados, sí. Quijanos cuerdos y arrepentidos no, por J. Navarro
La caridad, por Pedro Ibarra
La esperanza imposible, poema de Ana Vega
¿Qué es España? por Cayetano
Vivimos en un mundo realemente extraño, por Lo bufó de la cort
El exilio recordado, por Antonio Serrano González
En torno a un poema de Juan Caba Guijarro, por C. Vega
El exilio libertario: cartas y memorias de Féliz Álverez Ferreras, por Teresinka Pereira
Apremiante necesidad, por Zaplana
De guerrero a escritor: la vida de Chernoh M. Bah, por Mumía Abu-Jamal
Delincuentes desde la infancia, por Pedro García
Episodios personales de C. Vega
El individualismo en el anarquismo, por E. Malatesta
Bienvenida a la revista GERMINAL, por R. Sánchez
y Servicio de librería, donaciones etc.
suscripciones:
ORTO ediciones, Apartado de Correos, 322 - 08910 Badalona
año 2006: España 12 euros, Extranjero 15 euros.