CENIT portavoz de la regional exterior de la cnt-ait

"SI CADA REFUGIADO ESPAÑOL NARRASE SIMPLEMENTE LO QUE HA VIVIDO, SE LEVANTARÍA EL MÁS EXTRAORDINARIO Y CONMOVEDOR DE LOS MONUMENTOS HUMANOS" FEDERICA MONTSENY, 1978

09 mayo, 2006

La venganza del Ché Guevara


La nacionalización de los hidrocarburos en Bolivia, que no es nacionalización sino incremento de la tributación, ha hecho temblar a media España. Se derrumbó la Bolsa y las contradicciones en la elite española de mando afloraron como por arte de magia, porque España, y nadie lo dice claramente, sigue viviendo de América.

Pero se acabó, ya no hay Potosí, aunque Argentina y Uruguay siguen pagando su tributo de ser “europeas”, mas no tanto por España sino por Inglaterra.

La medida adoptada por Evo Morales, el presidente indígena boliviano, venía siendo bandera de los movimientos sociales y reivindicativos del Altiplano, desde los tiempos de las luchas contra el neoliberalismo. Así que el aymara sólo cumple sus promesas.

Pero desde un punto de vista más general las medidas nacionalistas de Morales se inscriben en el marco del modelo chavista, es decir, en el segundo aire de la Revolución Cubana. Como los boxeadores veteranos, la Cuba fidelista vuelve a saltar al ring, pero esta vez con cubanos preparados en las lides de la medicina y en otras tareas internacionalistas que realmente sorprenden. Sin embargo, Cuba es un enigma, y Venezuela también.

Porque en Cuba no se sabe si la Revolución sobrevivirá al jefe y porque en Venezuela nadie sabe si el jefe sobrevivirá a la Revolución. En efecto, si en Cuba puede pensarse que las posiciones estalinistas ganaron adeptos dentro del Partido Comunista, todo lo contrario pasa en Venezuela, quizá por la abundancia petrolera y porque, todavía, el Tío Sam no cerca a la Revolución Bolivariana. Pero Chávez es el que mantiene ese gran relajo que es esta Bolivariana, con un pueblo exaltado, y con una prédica socialista radical que hasta ha suscitado la admiración de personas como Noam Chomsky. Muy difícil que los venezolanos vuelvan a ser los mismos si Chávez quedara fuera de la escena política. Es más: puede pensarse que el mismo Chávez ha fortalecido a los sectores radicales a su izquierda.

Todo este proceso desde luego debe verse igualmente desde una perspectiva más amplia. Fidel Castro es de los pocos que siguió reivindicando el socialismo a la soviética luego de que la URSS desapareció, y no podía hacer otra cosa. Pero Cuba, con todo y tener el pueblo más culto de América Latina quizá, es un país muy pequeño con pocos recursos naturales. No tiene ni el 10% de las riquezas naturales de Venezuela que son prodigiosas. Y Bolivia, igualmente, es un país rico. Pero el socialismo postsoviético que integrarían de momento Castro, Chávez y Evo, es un socialismo de una abundancia de recursos materiales que no tuvo el soviético en sus inicios. A 100 dólares el barril de petróleo cualquiera se hace socialista!

Pero el tema del socialismo sigue siendo el de la productividad. Digan lo que digan, o la sociedad nueva es más productiva que el capitalismo o debe –sería otra opción- demostrarnos que la civilización humana, en algún recodo del camino, escogió una senda ecocida y equivocada, inhumana y destructora del amor. Yo creo que fue en el siglo XV, cuando a los europeos se les ocurrió abandonar Europa para conquistar el mundo, y, en el fondo, Lutero es el culpable. Pero son ideas mías, la historia puede decirnos otra cosa. En suma, o el socialismo es una sociedad que crea más riqueza que el capitalismo y la reparte igualitariamente o no es otra cosa que un capitalismo de Estado dirigido por nuevos capataces que se sienten imbuidos de una grandeza ficticia.

Hasta el momento no ha sido así. Hasta 1957 pareció que Stalin había en la URSS logrado el milagro, a pesar de las purgas y de los campos de concentración. Y hete aquí que no. El mismo Gorbachov lo dijo: “eso no funcionó aquí”, y fueron setenta años de experiencia.

Para mí Chávez conoce del asunto pero le da largas al tema. Un economista chileno, que fue asesor de Allende lo pilló un día tratándole el tema, pero no pasó de ser un detalle. Todo volvió al eterno tema venezolano, el relajo revolucionario: lo que nada nos cuesta hagámoslo fiesta.

Y, la revolución, ya se sabe, es la fiesta del sujeto oprimido, el proletario, la mujer, el segregado, el excluido, etc.

Dicen, los que tales detalles atesoran, que el Che Guevara, como casi todos los barbudos de 1959 en La Habana, hacía el amor de pie. Un bragetazo revolucionario. Las urgencias por cambiar el mundo impedían hacer el amor con la tranquilidad del caso. Hoy, el Che Guevara, que trató de darse un bragetazo en Bolivia quizá donde esté disfrute su venganza: como el Cid Campeador ha ganado la batalla después de muerto; conquistó Bolivia.

FLOREAL CASTILLA.
8 de mayo de 2006
de "Esto y Aquello" de CeNiT