CENIT portavoz de la regional exterior de la cnt-ait

"SI CADA REFUGIADO ESPAÑOL NARRASE SIMPLEMENTE LO QUE HA VIVIDO, SE LEVANTARÍA EL MÁS EXTRAORDINARIO Y CONMOVEDOR DE LOS MONUMENTOS HUMANOS" FEDERICA MONTSENY, 1978

04 noviembre, 2006

Comunicado internacional La CNT ante la Confederación Sindical Internacional


Secretaría de Prensa del Comité Nacional CNT-AIT
En primero de noviembre se ha creado en Viena la Confederación Sindical Internacional, producto de la fusión de la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL), y de la Confederación Mundial del Trabajo (CMT). Allí han acudido a certificar el nacimiento y adherirse al nuevo organismo, entre otros, los máximos responsables de los sindicatos orgánicos del Estado español: UGT, CCOO y USO.
La nueva Confederación Internacional nace haciendo alarde de las cifras que trae bajo el brazo: 306 centrales sindicales, que representan a 154 países y 168 millones de miembros. Estas cifras, que en principio, dada su magnitud, podrían hacer temblar a propios y extraños, a buen seguro que no han inquietado lo más mínimo ni a las grandes empresas multinacionales, ni a los organismos del capitalismo internacional (Banco Mundial, FMI...) ni a los organismos políticos, tanto nacionales como transnacionales.
La CSI, gestada durante estos últimos años, viene a hacer frente, principalmente, a los nuevos retos que plantea la globalización, según dice sus promotores y adheridos. Una declaración de intenciones que, desde la CNT, no puede tomarse más que como una burla, pues gran parte de esos sindicatos, y entre ellos los mencionados más arriba, son precisamente los que, llegado el caso –y muchos han sido los casos-, no les tiembla el pulso a la hora de firmar expedientes de regulación de empleo en procesos de deslocalización de empresas multinacionales, dejando en la calle a miles de trabajadores. Tranquilo puede estar, pues, el gran capital internacional, pues los que ahora se unen, más que formar una gran organización obrera con capacidad transformadora, no son más que los aliados con los que sentarse a firmar y frenar los verdaderos procesos de cambio, aquellos que ponen en jaque a las empresas y actúan al margen de la oficialidad sindical.
Nace la CSI con un “mínimo incremento de la burocracia sindical”, ha declarado Cándido Méndez, de la UGT. Una afirmación que, más que atenuar la esencia del engendro, la define en su toda su amplitud: lo que ha nacido no es una organización para el progreso de la clase trabajadora del orbe planetario, sino una Internacional de la burocracia sindical llevada a puerto por las burocracias de los bien conocidos sindicatos nacionales y de dos también conocidas organizaciones sindicales internacionales. ¿Qué puede esperar el proletariado internacional, los pobres de la Tierra, de quienes llevan décadas caracterizándose por la desmovilización que han efectuado de los trabajadores, con una práctica sindical consistente en la colaboración y participación en todas las vías que el sistema ofrece –elecciones sindicales...-, y recibiendo las jugosas subvenciones que permiten atemperar toda lucha revolucionaria?.
Pero no todos los sindicatos, ni todas las organizaciones Internacionales, se encuentran participando en estas recreaciones que no aportan nada nuevo a lo ya existente. La Confederación Nacional del Trabajo de España (CNT-AIT), pertenece, desde sus inicios, a la Asociación Internacional de Trabajadores (A.I.T- I.W.A), nacida en los meses de diciembre y enero de los años 1922-1923, heredera de la Primera Internacional, donde se agrupan todas las organizaciones anarcosindicalistas del mundo. La CNT es, pues, consustancialmente internacionalista, al ser heredera de la Federación Regional Española de la Primera Internacional. La Asociación Internacional de Trabajadores sigue viva y en marcha, haciendo ver que los principios del sindicalismo revolucionario siguen tan vigentes como en cualquier otra época, y así se demostrará los días 8, 9 y 10 de diciembre en Manchester (Reino Unido), donde tendrá lugar el XXIII Congreso de la Internacional anarcosindicalista.
Contra la nueva CSI o cualquier otro invento de los liberados del sindicalismo de despacho, repetimos, con la AIT, que “no cabe más que el empleo de un solo procedimiento: la organización inmediata del ejército proletario en un organismo de lucha que recoja en su seno a todos los obreros revolucionarios de todos los países, constituyendo con ellos un bloque granítico contra el cual irán a estrellarse todas las maniobras capitalistas, las que al fin acabarían por ser aplastadas por la fuerza de su peso enorme”.