CENIT portavoz de la regional exterior de la cnt-ait

"SI CADA REFUGIADO ESPAÑOL NARRASE SIMPLEMENTE LO QUE HA VIVIDO, SE LEVANTARÍA EL MÁS EXTRAORDINARIO Y CONMOVEDOR DE LOS MONUMENTOS HUMANOS" FEDERICA MONTSENY, 1978

15 junio, 2006

CeNiT 981: Dichos y Hechos

El día 10 de marzo pasado marcó el centésimo aniversario del terrible golpe de grisú (gas inflamable que se desprende principalmente de las minas de carbón) que tuvo lugar este mismo día, pero un siglo antes, en la concesión minera de Courrière, en el Pas-de-Calais.
Temblando de espanto en el yacimiento de mineral situado en el norte de Douai no se sabía aún que esta catástrofe iba a hacerles tristemente célebres. El balance fue horroroso: 1099 muertos, 272 de los cuales no fueron nunca identificados.
Por su amplitud, jamás igualada en Europa, Courrières figura en el rango de las más grandes catástrofes humanas de la era industrial.
El diez de marzo de 1906 el desastre se produce en 110 kilómetros de galerías devastadas por un torrente de fuego.
Ceremonias fúnebres colectivas se desarrollaron en los municipios vecinos todos afectados por el drama: 404 víctimas son inhumadas el 13 de marzo en Méricourt, 303 en Sallaumines, 114 en Billy-Montigny, 102 en Noyelles-sous-Lens. El conjunto del yacimiento ha sufrido por la desaparición de un pariente, de un padre, de un hijo, de un primo, a veces de toda una familia.
Recien enterrados los muertos y puestos al corriente de que la catástrofe era previsible y que por negligencia no se habían adoptado las debidas medidas, el personal de la compañía minera de Courrières puso el grito en el cielo. Importantes huelgas paralizaron la región. Apoyados por los obreros de los diversos yacimientos, los mineros del Norte se hicieron eco de la dureza y de los peligros que comporta este trabajo. El 17 de marzo Georges Clémenceau, ministro del interior, se desplaza a Lens con el propósito de calmar los ánimos. Pero el choque se encadena y redobla en violencia a la publicación del resultado de la comisión de encuesta presidida por el director de la Escuela de minas, que concluye en la ausencia de toda responsabilidad de los ingenieros de la compañía.
El 22 de abril el ejército toma el control del yacimiento minero. Se establecen negociaciones compañía por compañía. El drama humano permite a los mineros de obtener importantes mejoras salariales. El 7 de mayo los mineros reemprenden el trabajo.
Pero la catástrofe de Courrières continua alimentando y provocando reacciones. El sindicalismo sale reenforzado. Las tensiones son tales que el poder político teme la insurrección y de rechazo el hundimiento de la IIIa República bastante fragil desde el asunto de Dreyfus y la polémica que suscitó su proceso.
Del 8 al 16 de octubre 1906 la CGT celebró el Congreso de Amiens en un estado de tensión extrema y en el que a través de una moción conocida con el nombre de "Carta de Amiens" reafirmó su mensaje doctrinal de independencia sindical frente al poder y partidos políticos, tradición heredada del anarquismo. Lástima que al transcurrir el tiempo el reformismo haya desvirtuado el contenido esencial de sus fundamentos.
Grabada en las memorias la catástrofe de Courrières ha permitido revelar y combatir el trabajo penoso y expuesto del minero así como el cambio de actitud en las relaciones entre el poder, el gobierno y la patronal con el mundo obrero, del que forma parte integrante en su condición de explotado.
por S. FERNANDEZ CANTO