CENIT: El proyecto Ley de la Memoria histórica corre el riesgo de quedar inmovilizado por no llegar a un acuerdo compartido
por Juan BUSQUETS
La ley de Memoria Histórica, aprobada por el Consejo de Ministros fue remitida al Congreso de los Diputados, "estableciendo un plazo de enmiendas, por un periodo de quince días hábiles", que expiró el día 26 de septiembre de 2006. La tramitación de esta iniciativa legislativa será complicada para el PSOE, ya que el proyecto corre el riesgo de quedar inmovilizado por no llegar a un acuerdo compartido, que de momento es lo que está ocurriendo.
Mientras tanto quienes sufren las consecuencias son las víctimas del franquismo, los eternos sacrificados. El partido Popular opina que es una disparidad histórica volver 70 años atrás, considera que esta iniciativa no va en la línea de cerrar heridas, es un tema que ha de seguir borrado de la memoria, para evitar que resuciten los viejos problemas del pasado. Desde el momento que se aprobó el pacto Constitucional de 1978, que establecía medidas de perdón y olvido para los actos considerados crímenes contra la humanidad, se daba por zanjado este conflicto.
Aunque este hecho histórico sigue estando sin solucionar, creo que sería un error monumental de ocultar esta realidad para proteger el honor de unos desalmados asesinos.
El Gobierno socialista, al presentar este Proyecto Ley, ha pretendido evitar un enfrentamiento con el Partido Popular, y por ese motivo ha incluido también el bando nacional "entre las víctimas", a pesar de ello el enfrentamiento será inevitable, si tenemos en cuenta las declaraciones de los cabecillas más duros del PP, que irradian sobre ese asunto una intransigencia extrema. El comentario que más me ha chocado ha sido el presidente del PP de Cataluña, José Piqué. Dice "que la IIa República tuvo -pese a lo que se diga- unos planteamientos desde sus inicios sectarios, en la que elaboró una Constitución sólo de los republicanos sin tener en cuenta buena parte del conjunto de la población española". "Al final desembocó inevitablemente en una Guerra Civil y aquí las responsabilidades son compartidas, porque antidemócratas habían en los dos bandos." En el bando republicano "había formaciones claramente aliadas con el estalinismo".
El señor Piqué retuerce la historia a su manera, hace una amalgama al presentar argumentos sin pies ni cabeza, con la intención de camuflar la verdad. En la IIa República, los comunistas no tenían suficiente fuerza para establecer una política, su influencia vino más tarde, después del levantamiento militar de 1936. A partir de entonces el Partido Comunista y PSUC se convirtieron en un factor preponderante de la vida política. De 30.000 afiliados a comienzos de la guerra civil, pasaron a tener a mediados de 1937 un millón. Esta impulsión la motivó sobre todo la ayuda soviética que fue el elemento determinante para introducirse en España. Por consiguiente el golpe de Estado militar no fue por causa de formaciones alienadas al comunismo, como indica Piqué, porque no existían, la responsabilidad de la guerra civil recae radicalmente a los militares golpistas de extrema derecha.
Cuando terminó la guerra civil Franco continuó la misma política anticomunista, que le valió la confianza de los Estados Unidos que era lo que buscaba. Franco, a pesar suyo, fue un gran propagandista del comunismo que tuvo España, una táctica que le fue beneficiosa, consiguió en cada situación los aliados que más le convenían. Con la ayuda de Hitler y Mussolini ganó la guerra civil y consolidó el poder con el sostén de su amigo Eisenhower, que tanto le ayudó en los momentos más difíciles por los que había pasado el régimen.
Volviendo al problema de reparación a las víctimas del franquismo, que dicho de paso ha quedado a muy poca cosa, incluso en algunos puntos peor que estaba antes. Por ejemplo, los nombres de los verdugos franquistas no podrán ser publicados para no ultrajar su memoria.
Con respecto a las indemnizaciones acordadas hay ciertas irregularidades, por ejemplo, aquellos que acrediten haber sufrido tres o más años de prisión, y tuvieran cumplida la edad de sesenta años el 31 de diciembre de 1990, tendrán derecho a percibir por una sola vez una indemnización de acuerdo con la siguiente escala: 6.010,12 euros, y por cada tres años completos adicionales 1202,02.
Quedan marginados con esta nueva disposición los que hayan nacido un día más tarde de la referida fecha. El principio de igualdad, contenido en el artículo 14 de la CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA la pasa por alto. Me interrogo, ¿qué sentido de la igualdad tienen los responsables que han redactado esta ley? El establecimiento de un tope de edad, pone entredicho el principio de trato de igualdad entre las víctimas. En cualquier caso se trata de una injusticia y una injusticia en ningún caso puede ser constitucional.
Igualmente ocurre con el reconocimiento de indemnización por una cuantía de 135.000 euros a los familiares de quienes fallecieron durante el período comprendido entre el 1° de enero de 1968 y el 6 de octubre 1977. Los que fallecieron entre 1940 a 1967 no tendrán derecho. Tampoco en este caso "el principio de trato de igualdad" es respetado.
Creí que el señor Zapatero como persona afectada y por consiquiente sensible a este problema, cumplirá su compromiso electoral con más generosidad, pero no ha sido así; el proyecto ambicioso tan anunciado ha resultado una decepción. Después de esta experiencia amarga, me pregunto si las víctimas seguirán creyendo con los que han faltado a la palabra dada. No estoy tan seguro.
Los discursos de la Vicepresidenta Doña Fernández de la Vega fueron elocuentes en promesas, pero los hechos lo han sido menos, esta señora se ríe descaradamente y sin ningún pudor de las víctimas. Aunque estoy seguro que encontrará una justificación a esta diversión, pues buenas palabras no la faltan.
Las víctimas del franquismo "deben ser tan queridos y respetados como las de ETA y recibir el mismo reconocimiento, porque víctimas fuimos unos y otros", informa la agencia Efe. Le recordaré a esa señora que algunas víctimas cumplieron más de veinte años de cárcel, que representa sufrimientos, malos tratos, castigos, hambre y también la muerte. Indemnizar con 12.000 euros a estas personas que sufrieron tanta miseria, me parece escandaloso. Como solución correspondería otorgar a estos casos una pensión correcta, pues algunos perciben sólo el Seguro Obligatorio de Vejez (SOVI), que representa muy poca cosa por el recurso principal de subsistencia.
Como víctima del franquismo estoy humillado por este proceder injusto, propio de unos políticos que no valoran lo que es justo o injusto. Siento pena y tristeza de llegar a esta conclusión.
La ley de Memoria Histórica, aprobada por el Consejo de Ministros fue remitida al Congreso de los Diputados, "estableciendo un plazo de enmiendas, por un periodo de quince días hábiles", que expiró el día 26 de septiembre de 2006. La tramitación de esta iniciativa legislativa será complicada para el PSOE, ya que el proyecto corre el riesgo de quedar inmovilizado por no llegar a un acuerdo compartido, que de momento es lo que está ocurriendo.
Mientras tanto quienes sufren las consecuencias son las víctimas del franquismo, los eternos sacrificados. El partido Popular opina que es una disparidad histórica volver 70 años atrás, considera que esta iniciativa no va en la línea de cerrar heridas, es un tema que ha de seguir borrado de la memoria, para evitar que resuciten los viejos problemas del pasado. Desde el momento que se aprobó el pacto Constitucional de 1978, que establecía medidas de perdón y olvido para los actos considerados crímenes contra la humanidad, se daba por zanjado este conflicto.
Aunque este hecho histórico sigue estando sin solucionar, creo que sería un error monumental de ocultar esta realidad para proteger el honor de unos desalmados asesinos.
El Gobierno socialista, al presentar este Proyecto Ley, ha pretendido evitar un enfrentamiento con el Partido Popular, y por ese motivo ha incluido también el bando nacional "entre las víctimas", a pesar de ello el enfrentamiento será inevitable, si tenemos en cuenta las declaraciones de los cabecillas más duros del PP, que irradian sobre ese asunto una intransigencia extrema. El comentario que más me ha chocado ha sido el presidente del PP de Cataluña, José Piqué. Dice "que la IIa República tuvo -pese a lo que se diga- unos planteamientos desde sus inicios sectarios, en la que elaboró una Constitución sólo de los republicanos sin tener en cuenta buena parte del conjunto de la población española". "Al final desembocó inevitablemente en una Guerra Civil y aquí las responsabilidades son compartidas, porque antidemócratas habían en los dos bandos." En el bando republicano "había formaciones claramente aliadas con el estalinismo".
El señor Piqué retuerce la historia a su manera, hace una amalgama al presentar argumentos sin pies ni cabeza, con la intención de camuflar la verdad. En la IIa República, los comunistas no tenían suficiente fuerza para establecer una política, su influencia vino más tarde, después del levantamiento militar de 1936. A partir de entonces el Partido Comunista y PSUC se convirtieron en un factor preponderante de la vida política. De 30.000 afiliados a comienzos de la guerra civil, pasaron a tener a mediados de 1937 un millón. Esta impulsión la motivó sobre todo la ayuda soviética que fue el elemento determinante para introducirse en España. Por consiguiente el golpe de Estado militar no fue por causa de formaciones alienadas al comunismo, como indica Piqué, porque no existían, la responsabilidad de la guerra civil recae radicalmente a los militares golpistas de extrema derecha.
Cuando terminó la guerra civil Franco continuó la misma política anticomunista, que le valió la confianza de los Estados Unidos que era lo que buscaba. Franco, a pesar suyo, fue un gran propagandista del comunismo que tuvo España, una táctica que le fue beneficiosa, consiguió en cada situación los aliados que más le convenían. Con la ayuda de Hitler y Mussolini ganó la guerra civil y consolidó el poder con el sostén de su amigo Eisenhower, que tanto le ayudó en los momentos más difíciles por los que había pasado el régimen.
Volviendo al problema de reparación a las víctimas del franquismo, que dicho de paso ha quedado a muy poca cosa, incluso en algunos puntos peor que estaba antes. Por ejemplo, los nombres de los verdugos franquistas no podrán ser publicados para no ultrajar su memoria.
Con respecto a las indemnizaciones acordadas hay ciertas irregularidades, por ejemplo, aquellos que acrediten haber sufrido tres o más años de prisión, y tuvieran cumplida la edad de sesenta años el 31 de diciembre de 1990, tendrán derecho a percibir por una sola vez una indemnización de acuerdo con la siguiente escala: 6.010,12 euros, y por cada tres años completos adicionales 1202,02.
Quedan marginados con esta nueva disposición los que hayan nacido un día más tarde de la referida fecha. El principio de igualdad, contenido en el artículo 14 de la CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA la pasa por alto. Me interrogo, ¿qué sentido de la igualdad tienen los responsables que han redactado esta ley? El establecimiento de un tope de edad, pone entredicho el principio de trato de igualdad entre las víctimas. En cualquier caso se trata de una injusticia y una injusticia en ningún caso puede ser constitucional.
Igualmente ocurre con el reconocimiento de indemnización por una cuantía de 135.000 euros a los familiares de quienes fallecieron durante el período comprendido entre el 1° de enero de 1968 y el 6 de octubre 1977. Los que fallecieron entre 1940 a 1967 no tendrán derecho. Tampoco en este caso "el principio de trato de igualdad" es respetado.
Creí que el señor Zapatero como persona afectada y por consiquiente sensible a este problema, cumplirá su compromiso electoral con más generosidad, pero no ha sido así; el proyecto ambicioso tan anunciado ha resultado una decepción. Después de esta experiencia amarga, me pregunto si las víctimas seguirán creyendo con los que han faltado a la palabra dada. No estoy tan seguro.
Los discursos de la Vicepresidenta Doña Fernández de la Vega fueron elocuentes en promesas, pero los hechos lo han sido menos, esta señora se ríe descaradamente y sin ningún pudor de las víctimas. Aunque estoy seguro que encontrará una justificación a esta diversión, pues buenas palabras no la faltan.
Las víctimas del franquismo "deben ser tan queridos y respetados como las de ETA y recibir el mismo reconocimiento, porque víctimas fuimos unos y otros", informa la agencia Efe. Le recordaré a esa señora que algunas víctimas cumplieron más de veinte años de cárcel, que representa sufrimientos, malos tratos, castigos, hambre y también la muerte. Indemnizar con 12.000 euros a estas personas que sufrieron tanta miseria, me parece escandaloso. Como solución correspondería otorgar a estos casos una pensión correcta, pues algunos perciben sólo el Seguro Obligatorio de Vejez (SOVI), que representa muy poca cosa por el recurso principal de subsistencia.
Como víctima del franquismo estoy humillado por este proceder injusto, propio de unos políticos que no valoran lo que es justo o injusto. Siento pena y tristeza de llegar a esta conclusión.
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