Historia de los hombres y mujeres de un pasado

No pretendamos que nuestra historia sea limpia como una primavera, aunque es noble y heróica. Ni creamos que siempre ha de estar en la cumbre: puesto que el cansancio y la edad de aquellos hombres de aquel pasado es lógico, a consecuencia del esfuerzo realizado, ya que por muy claro que sea el ambiente, siempre vuelan pájaros de tal agujero o de tal árbol.
De todos los modos los ancianos de aquellos tiempos que éramos jóvenes, vamos siguiendo, y estamos más que orgullosos de nuestro pasado porque hemos hecho una historia grande en la vida social revolucionaria, que un día florecerán sus frutos, aunque todavía no está terminada, y no creamos que va tocando al fin, puesto que los ancianos de aquel pasado van trabajando sus cerebros para descubrir hechos verídicos, que están tan profundos, que cada día despiden cosas viejas que vuelven a ser nuevas para que tengan un sitio en esas páginas históricas, puesto que son necesarias para abrir a los hombres atrasados y a las generaciones venideras el camino de la verdad, de la justicia, de la paz y el amor entre los seres humanos.
La historia nos descubre a los hombres y mujeres de un pasado que fueron los prometedores del bien, ya que cada hombre o mujer tienen su corta o larga historia personal, pues la historia en el ser humano comienza desde que nace.
Recuerdo de una novela de Ramón J. Sender que yo leí, sobre un niño que su madre lo perseguía siempre para agarrarlo de las orejas dándole un escozón, esto se lo hacía por su bien… El niño irá creciendo, y con él crecía en su mente el odio hacia la sociedad en que vivía, y cuando llega a la edad de 14 años, el muchacho huirá de su casa, buscando el bien, buscando el amor, buscando la libertad, buscando la vida y descubrir el mundo, para alargar su aventura histórica, y con la historia al llegar a ser hombre, saber que ya nada podrá devolverle al viejo camino, porque en su huida sufrió lo más terrible, que es el hambre y la bajeza. Pero no estaba arrepentido, ya que ganó el sentido social revolucionario y ganó el saber vivir entre los hombres, que con sufrimientos llegaron a estampar dicha historia.
Nada ni nadie puede negar que nuestra historia social avanza, porque en ella se encuentran hechos comprobados en lo pasado del siglo XX en España, ya que se pasaron muchos avatares que ocupa nuestra historia social revolucionaria. Por eso los hombres y mujeres de aquella época, hoy ancianos, tienen que despertar sus cerebros, para extender libremente lo que sus corazones sienten, para alargar nuestra historia de todos nuestro pasado, puesto que nuestra historia no puede retroceder, porque cada ser va publicando su pasado desde su nacimiento a su muerte, y una vez muerto, el ser queda. La historia que es inmortal, si esta no se escribiera, ¿cómo sabríamos lo pasado? Puesto que todo sería oculto en un mundo oscuro…
Hoy en día, más que nunca, hay que estar atento para llevar nuestra historia por el mejor camino, ya que todo lo que reluce en el mundo no es oro.
En nuestra historia no sólo se escriben los problemas de cada persona, puesto que tenemos los temas de Organización orgánica, que también tienen su sitio en nuestra historia social, con sus Plenos regionales, nacionales y Congresos. Que sus delegados abren los ojos en las deliberaciones, para que luego pase a esa historia social, que es donde se encuentra y se ve el mejor ORO.
He aquí un corto poema que también entra en nuestra historia:
Una voz invisible grita
"Muchachos en marcha"
El ciego sol, la sed y la fatiga,
por caminos, montes y carreteras
hacia el destierro se van
los Parias revolucionarios
para continuar su historia.

Miguel Grau

De CeNiT nº 976 de 7 de febrero