CENIT portavoz de la regional exterior de la cnt-ait

"SI CADA REFUGIADO ESPAÑOL NARRASE SIMPLEMENTE LO QUE HA VIVIDO, SE LEVANTARÍA EL MÁS EXTRAORDINARIO Y CONMOVEDOR DE LOS MONUMENTOS HUMANOS" FEDERICA MONTSENY, 1978

11 diciembre, 2006

CENIT 995: Trazos de una vida militante


FRANCISCA TEJERO CABOS

Francisca TEJERO CABOS es natural de Fraga (Huesca), donde nació el 12/12/1912 y falleció el 20/3/2006 en Toulouse. Vivió en unión libre a principios de la guerra civil española con el compañero de su vida, Manuel MUR VERA, militante anarcosindicalista en la CNT local de Fraga. A su lado se abrió a las ideas libertarias en el ateneo cultural del pueblo o asistiendo a las obras de teatro revolucionarias en las cuales Manuel participaba. Como muchos Fragatinos de ese tiempo, vivieron el desarrollo cultural favorecido por la República y la influencia de las ideas racionalistas del maestro ALBEROLA presente en Fraga. El pragmatismo feminino activo arragonés suyo lo mantuvo con serenidad a la vera crítica y constructiva de la filosofía de su compañero.
El 26 de marzo de 1938, a las siete de la mañana - antes de los bombardeos del pueblo por la aviación franquista, que tuvieron lugar a las 11 horas del mismo día - Francisca sale de Fraga con su hija Berta, de 6 meses, en sus brazos, acompañada por su hermana y sus dos hijos (3 y 8 años) y un burro cargadito que se escapó al poco tiempo por temor a las bombas. Y así, durante 11 meses, las dos hermanas y sus hijos huye las tropas fascistas, viviendo -sobreviviendo- con muchísimas dificultades en tierras arago-catalanes en Artesa, Manresa, Girona, Figueres hasta pasar la frontera el 8/2/1939 en la Junquera-El Pertús, muertas de hambre, agotadas, angustiadas y sin noticias de sus compañeros…
Durante todo este tiempo su compañero Manuel, que pertenecía a la División 26 de Durruti, luchó contra los franquistas hasta pasar por la frontera de Puigcerda/Bourg-Madame el 9/2/1939. En Francia, Francisca, su hermana Ramona e hijos fueron enviados a Sisteron y luego Forcalquier (Alpes de Haute-Provence) en centros que acogían a mujeres y niños refugiados españoles. A su compañero le tocó el campo de Vernet d'Ariège y sus durísimas condiciones de vida en ese invierno 1939 hasta que en noviembre del mismo año gracias a un francés (Cecilio) de origén español, que hizo la guerra en las Brigadas Internacionales y que conoció en Fraga, pudieron los dos salir de sus campos respectivos y juntarse en Albi (Tarn). Un abogado jubilado con una pequeña finca no explotada le hizo un contrato de trabajo como trabajador agrícola, única manera de salir legalmente de un campo en aquel entonces. Luego, durante la Segunda guerra mundial, vivieron en la región de Tolosa como medieros en diferentes fincas, donde nacieron un hijo, Octavio, y una hija, Sofia. También vivieron 10 años en la región de París trabajando, él en la construcción como yesero y ella en casas particulares o en comercios dedicándose a la cocina y a la limpieza, y de nuevo regresaron a Tolosa, donde vivieron su vejez y terminaron sus días rodeados por sus familiares y amigos. Francisca siempre estuvo presente cerca de su compañero militante, acudiendo a todos los mitines CNT en París, en la sala Mutualité y en Tolosa, participando también a su manera en los acontecimientos de mayo 1968 en París.
Francisca fue una mujer directa, muy respectada; buena compañera fue muy querida como madre, abuela, bizabuela (¡y cocinera!). Qué alegría tenía, cuando un nieto o una bisnieta venía a visitarla y qué nostalgia era la suya al hablar de los años vividos en su Fraga. Fiel a los ideales humanistas, que compartía con su compañero por todos los progresos de emancipación del ser humano, ambos muy amantes de la libertad, que tantas veces cantaron. Al perder su compañero la vida accidentalmente en 1989, la única cosa que la mantuvo en vida -como ella decía- eran sus hijos, nietos y biznietas así como el interés diario por la política en Francia y España. Al obtener los emigrados el derecho de voto en España y en Francia (municipios) enseguida dió regularmente el suyo al PSOE para que las cosas empezarán a cambiar… un poquitín y con el deseo de afirmar una alternativa. Cuando la compañera de su hijo tocaba el violín o su nieto la guitarra, se ponía más alegre que un jilguero y empezaba a cantar casi todo el repertorio de las canciones de la guerra civil y mucho más, jotas, etc…
¡Libertad amada! - eres mi único anhelo…
Según su deseo fue incinerada con su compañero. Una parte de sus cenizas serán esparcidas en Fraga y el resto mezclado con las de su compañero de vida en Bruguières (Haute-Garonne).