EL PORVENIR DE LA SOCIEDAD VISTO POR UN POLÍTICO PROFESIONAL
Que me dispensen los lectores la añadidura del adjetivo "profesional" al político. Todos sabemos que el remunerado en cualquier ejercicio de la sociedad se le designa profesión, pues: profesional. Mas, todos los que les interesa la política, si político se define entre otros "adjetivo relativo a la organización y al gobierno de los asuntos públicos" - relativo también a un concepto particular del gobierno de un país, o mejor dicho: "credos políticos". Si ello se le remunera, no cabe la menor duda que, al igual que un doctor, un profesor, minero, agricultor, etc., se determina en profesión de…, pues el político puede denominarse con el adjetivo profesional.
Me inspiran estas definiciones, que obran en cualquier diccionario, sobre una emisión televisiva en "Canal+" del día 1° de marzo, cuyo invitado en la emisón de Deniso era el conocido ministro del interior Sarkozy. Se le pedía por los entrevistadores su directiva sobre los emigrados, con su declaración y ordenanza de su ministerio como relativo a las necesidades del país… No creo nada ha inventado de lo ya soportado por la emigración en el pasado, recuerdo que yo de niño en el país que nos vió nacer, se repetía la maldición del gitano, el eterno nómada, cuando amenazaba a su contrincante con la frase: "que te vea en Francia y sin papeles". De ese tema, que no es mi intención de comentar en ese trabajo, se pasó al tema riguroso del mencionado ministro, la INSEGURIDAD, que ya en otros trabajos publicados hemos comentado. Hizo una manifestación, que en un país, considerado como democrático, fue difícil de digerir para quienes la oímos. Después de inquerir, fuese escuchado por su experiencia de 30 años de vida como "político profesional", así de claro, apareciendo como en una edad de cincuentanero; su profesionalismo estaba en sus estudios para abogado, o ejerciendo ya esa profesión. Que tuviera sus aspiraciones políticas, sociales u otras, nadie puede discutirlas, pero un profesionalismo al particular, que se me excuse, yo no entiendo así. En suma, declaró que la violencia de los adultos empezaba ya de niño, había que prevenir y controlar desde ya la escuela de los párvulos, cuando esos bebés manifestaban actos violentos, y esa previsión podía evitar el clima de inseguridad que se está produciendo. Como ya alguien y sobre el particular a la respuesta de la delincuencia con la frase: "Gaffe aux bébés".
Esta manifestación me revoltó hasta el extremo de encontrarla mil veces desplazada. Como para hacernos creer que la violencia condena al humano desde su nacimiento; es decir, nacemos ya predestinados. Mismo los animales con un instinto y sin intelecto puede cambiar según el medioambiente que vive o se desarrolla. Sobre los medios a emplear tampoco inventa nada, a condición de poner todos los medios que necesita el niño para llegar a hombre, sin necesidad de que una violencia predomine, puesto que la enseñanza para el niño es prepararlo para ser hombre. Pero que nuestro ministro empiece a culpabilizar al niño, al niño como hereditario a la violencia, puede entenderse su propio eslogan ya para los de tierna edad: "cero para la tolerancia".
Si se aceptan esos principios, veamos si la culpabilidad o sea los efectos, cuales son las causas que lo producen y tendremos también que culpabilizar al patrón adulto y sus accionistas de una empresa, que para ganar más dinero echa al pacto del hambre al productor, su asalariado que no necesita por múltiples razones, como ha ocurrido en este país en particular desde la década de los setenta del siglo pasado, durante la revolución industrial, que en poco tiempo de casi cero de parados forzosos entre asistidos y no asistidos, cinco millones de trabajadores de toda profesión andaban buscando empleo para poder subsistir. Y ya pasados treinta años, la mayoría de ellos sin asistencia alguna o muy menguadas. Cabe la pregunta siguiente: "¿Cuáles son las soluciones que le quedan? ¿Mendigar, robar o suicidarse?" Entonces, señores "políticos profesionales", ¿dónde y cómo empieza la violencia y se convierte en delincuencia? Si es, como se nos dice, desde ya niño, todas las entes humanas privilegiadas, que disfrutan de todos los medios económicos, que jamás agotan para transcurrir su vida opípera, y en este país considerado como el mentor de los derechos humanos, ¿cómo se puede consentir, que millones de seres humanos se privan de lo necesario para vivir? ¿Dónde se encuentra el verdadero delincuente? ¿Qué hacen los políticos profesionales para evitarlo?
Esperamos respuestas, que jamás vendrán por ellos mismos; y porque en principio ellos hacen partida -lo quieran o no- de las dichas entes privilegiadas.
Me inspiran estas definiciones, que obran en cualquier diccionario, sobre una emisión televisiva en "Canal+" del día 1° de marzo, cuyo invitado en la emisón de Deniso era el conocido ministro del interior Sarkozy. Se le pedía por los entrevistadores su directiva sobre los emigrados, con su declaración y ordenanza de su ministerio como relativo a las necesidades del país… No creo nada ha inventado de lo ya soportado por la emigración en el pasado, recuerdo que yo de niño en el país que nos vió nacer, se repetía la maldición del gitano, el eterno nómada, cuando amenazaba a su contrincante con la frase: "que te vea en Francia y sin papeles". De ese tema, que no es mi intención de comentar en ese trabajo, se pasó al tema riguroso del mencionado ministro, la INSEGURIDAD, que ya en otros trabajos publicados hemos comentado. Hizo una manifestación, que en un país, considerado como democrático, fue difícil de digerir para quienes la oímos. Después de inquerir, fuese escuchado por su experiencia de 30 años de vida como "político profesional", así de claro, apareciendo como en una edad de cincuentanero; su profesionalismo estaba en sus estudios para abogado, o ejerciendo ya esa profesión. Que tuviera sus aspiraciones políticas, sociales u otras, nadie puede discutirlas, pero un profesionalismo al particular, que se me excuse, yo no entiendo así. En suma, declaró que la violencia de los adultos empezaba ya de niño, había que prevenir y controlar desde ya la escuela de los párvulos, cuando esos bebés manifestaban actos violentos, y esa previsión podía evitar el clima de inseguridad que se está produciendo. Como ya alguien y sobre el particular a la respuesta de la delincuencia con la frase: "Gaffe aux bébés".
Esta manifestación me revoltó hasta el extremo de encontrarla mil veces desplazada. Como para hacernos creer que la violencia condena al humano desde su nacimiento; es decir, nacemos ya predestinados. Mismo los animales con un instinto y sin intelecto puede cambiar según el medioambiente que vive o se desarrolla. Sobre los medios a emplear tampoco inventa nada, a condición de poner todos los medios que necesita el niño para llegar a hombre, sin necesidad de que una violencia predomine, puesto que la enseñanza para el niño es prepararlo para ser hombre. Pero que nuestro ministro empiece a culpabilizar al niño, al niño como hereditario a la violencia, puede entenderse su propio eslogan ya para los de tierna edad: "cero para la tolerancia".
Si se aceptan esos principios, veamos si la culpabilidad o sea los efectos, cuales son las causas que lo producen y tendremos también que culpabilizar al patrón adulto y sus accionistas de una empresa, que para ganar más dinero echa al pacto del hambre al productor, su asalariado que no necesita por múltiples razones, como ha ocurrido en este país en particular desde la década de los setenta del siglo pasado, durante la revolución industrial, que en poco tiempo de casi cero de parados forzosos entre asistidos y no asistidos, cinco millones de trabajadores de toda profesión andaban buscando empleo para poder subsistir. Y ya pasados treinta años, la mayoría de ellos sin asistencia alguna o muy menguadas. Cabe la pregunta siguiente: "¿Cuáles son las soluciones que le quedan? ¿Mendigar, robar o suicidarse?" Entonces, señores "políticos profesionales", ¿dónde y cómo empieza la violencia y se convierte en delincuencia? Si es, como se nos dice, desde ya niño, todas las entes humanas privilegiadas, que disfrutan de todos los medios económicos, que jamás agotan para transcurrir su vida opípera, y en este país considerado como el mentor de los derechos humanos, ¿cómo se puede consentir, que millones de seres humanos se privan de lo necesario para vivir? ¿Dónde se encuentra el verdadero delincuente? ¿Qué hacen los políticos profesionales para evitarlo?
Esperamos respuestas, que jamás vendrán por ellos mismos; y porque en principio ellos hacen partida -lo quieran o no- de las dichas entes privilegiadas.
por P. PERALTA
de CeNiT nº 979 de 21 de marzo
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