Dichos y Hechos

Cuando Rusia se encontraba al frente de un inmenso imperio, denominado Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, era una hiperpotencia político y militar con ventaja en muchos aspectos sobre su rival americana, lo que le permitió imponerse en el mundo durante 70 años a la par que sirvió de modelo a algunos países causando terror a los otros.
Hoy bajo fondo de regresión económica, político y militar en la esfera internacional, en la cual EE. UU. han ganado la partida, la nostalgia ha dejado de ser lo que era antaño, y su porvenir se anuncia cada vez más sombrío.
Corrupción creciente, pobreza endémica, desigualdad manifiesta, polución, tuberculosis, sida, con una esperanza de vida de 58,8 años -que es la más baja de Europa-, es el triste espectáculo que en la actualidad representa Rusia.
La extrema pobreza, y particularmente la desnutrición, alcanza entre 1% y el 5% de la población. Los rusos están incluídos en los pueblos peor educados. Las desigualdades de acceso a las escuelas no solamente subsisten sino que tienden a aumentar: Por ejemplo, entre el Daguestán en el Caucaso (con 21% de niños en la maternal) y la región de Vologda (85%), la diferencia es sensible.
Rusia ocupa la primera plaza en Europa en cuanto a la tasa de mortalidad, debida a la tuberculosis. La República siberiana de Touva es la región más afectada, con 275 casos por 100.000 habitantes. El país cuenta con unos 860.000 contaminados por el sida. Ciertos comportamientos que adoptan los rusos -consumación excesiva de alcohol, de droga y de tabaco- son excesivamente nocivos para la salud.
Machistas por excelencia, como lo demuestra la ausencia de mujeres en el gobierno, al frente de agencia federal o de un servicio federal como también en el Consejo de la Federación (Senado), que representan solamente el 5,6% de sus miembros.
Con respecto a la polución, si bien fue minimizada por parte del antiguo régimen desde la catástrofe de Tchernobyl, no ha cesado de aumentar. Más de 3,6 millones de rusos empleados en la industria, la construcción, los transportes y las comunicaciones trabajan en malas condiciones y en donde la presencia de polvo o de gas sobrepasan las normas corrientes.
En fin, Rusia deberá cambiar la política de inmigración y dejar entrar en su territorio unos dos millones de personas en 10 años para poder mantener una tasa de crecimiento adecuado.
En 2001 Rusia contaba con 87,3 millones de activos sobre una población total de 144,8 millones de habitantes, sea 12% menos que en 1990.
La evolución negativa del estado de salud y de esperanza de vida de los rusos hace temer que el país perderá 42% de su población activa de aquí a 2020 según un informe oficial de la Academia rusa de ciencias medicales, que concluye por los siguientes términos: "De aquí a 60 años, Rusia perderá la mitad de su población."
En la actualidad con una natalidad de 10,3/1000 y una mortalidad de 16/1000, el país pierde cada año 700.000 habitantes.
Se conoce que tanto los nietos de Lenín y de Stalin como los de la generación Poutin, se han cansado, o no se atreven a engendrar descendientes.

por S. FERNANDEZ CANTO

De CeNiT nº 976 de 7 de febrero de 2006