CeNiT 985: La semana beata
Los hechos se ven distintamente, cuando se vive lejos de donde se nació, en otra nación donde vegetan aquellos que estan en el extranjero, por razones fundamentales, al ver cada año de manifestaciones públicas en esa lúbrica Semana Santa, donde nos parece que quieren hacernos creer, "tal alumbramiento" viendo esas imagenes fabricadas para el impulso de la Semana, para contentar el "mundo beato" de los que se les caen la baba. Nos parece ver aún los burrequillos con sus arriendos por las atrazadas ciudades, todos esos rasgos religiosos del negro oscurantismo no ha perdido un milimetro de su falso impacto en esa incomprensible Tierra. Todavía el Cristo Rey esta por encima de la separación de la Iglesia y el Estado, finalmente Juan Carlos naturalmente sigue el camino que le trazó la religión, (por eso son gemelas) ya que no pueden funcionar una sin la otra, son dos poderes diferentes con los mismos objetivos para poderse manterner en la órbita.
Hablando de españoles, nosotros hace ya años que no tenemos EL DERECHO de hablar, ya que hace 67 años que dejamos la frontera detrás, era otra España la de oprobio, la de las carceles y de los asesinatos por el poder franquista con sus bufonadas, quería hacer parecer otra cosa de lo que era. Aquella España negra que la mayor parte de sus ciudadanos iban de luto, puesto que el franquismo con su religión, obraban con sus falsos estandartes, con la pérdida de sus habitantes, los más responsables.
La Semana Santa en Sevilla, es un simple espectáculo, ya que cada año como en el precedente, es la misma representación. ¿Es como la cosecha la que hay que recoger? Para que el culto no se ahogue de ese líquido que entra en las Cajas de Dios y que estos puedan vivir. Cada año llena el espectáculo con sus diferentes cuadros, con sus ambiciones, las que repercuten sobre esos timados admiradores. El hombre fustigado por el latigo, "ese castigado" esta contactado año tras año. Y aún no ha muerto los latigazos deben de ser dados con suavidad sin dejar huellas en su cuerpo, todo es un plan puesto en escena por los profesionales del espectáculo. Como la cofradía de los encapucinados, son los mismos y ellos se pagan ese atributo. Cada vez que los apercibimos nos hacen recordar las hordas salvages del Ku Klux Klan, en sus matanzas desvastadoras, asaltos en clínicas que no funcionaban como ellos querían, así que la matanza de hombres de color, participantes en autos de fe y de muchas más maldades que los émulos de la religión mostraron su maldad a través de los siglos. Hoy todavía la religión tiene sus holocaustos permanentes con sus hechos.
¡Decíamos que no éramos españoles! Ya que no comulgamos con ciertos carnavales que producen en nuestro terruño, ya que no vemos las cosas del mismo ángulo. Tan pronto pasamos la frontera sin estar presentes nos condenaron sobre nuestra correspondencia. La CENSURA donde cada palabra era examinada como si fuéramos portadores de la lepra, o de otra enfermedad incurable. Pero para ellos, se debía de extinguir esta llama que se encendió en el 19 de julio apagar ese reguera de pólvora para que no se propagase más allá de los Mares, para que no fuésemos los responsables.
En el fondo, sabíamos que éramos apatridas, con el arreglo que nos hicieron con el pasaporte Nandsen, con el que podíamos ir a todas las naciones, salvo Rusia y España, los dos países donde se mataba más gente. Era paradógico que siendo españoles de extirpe y por razón humana, se tuvo que llegar al siglo XX que no éramos españoles, por aquellos que perecieron en los campos de concentración de la Alemania nazi y que la representación franquista por su Ministro de asuntos extranjeros para ocultar la verdad, dijo que en Alemania no había prisioneros españoles. Y en esos campos murieron más de 6000. Hasta dónde llegaban las verdades de Franco. En cada acción, la verdad es vulnerada para que las gentes quedaran en la ignorancia y que la opinión no se alarmara, así la Información quedaba en el silencio. Todo estaba premeditado por los fueros que gobernaban. Eran los mismos que condenaban la PALABRA, de hombres que defendieron otra existencia humana. Como dijo aquel catedrático de Salamanca : "Vencereis pero no convencereis". Bajo el manto del fascismo hoy aun quedan sus secuelas después de tantos años, la que aún sufre de sus profundas heridas los que dejaron un negro horizonte sobre nuestro terruño.
Según el periodista Ezequiel Enderiz en su libro "Fiestas en España" páginas 91 y 92, ediciones Mare Nostrum en su apartado SAETA, dice que esta fue robada a la religión judía. Otra vez más, la religión católica se presenta con sus jinetes de la Apocalipsis con el benio de los reyes católicos. Después de la conquista de Granada, contra moriscos y judíos, fueron quemadas vivas en Sevilla más de 30.000 familias, la que era una ciudad completamente judía. La Inquisición tuvo toda la libertad para matar y asesinar. Fue en ese momento que aparece la Saeta, cantada por una judía que se llamaba Sultana, que había salvado su vida. La Saeta era un quejido con su voz particular, la Saeta no tiene nada que ver con el cante jondo. Así es que la iglesia se apoderó de lo que no era suyo. (Una vez más).
La Inquisición en España, nunca desapareció. Bautizar en un cuartel militar, más de 300 soldados en el mismo día sin el consentimiento de sus padres, siendo el coronel el padrino. ¿Si eso no es Inquisición que venga Dios y que lo explique? Esto pasaba en el año 1954. Otro "pecado" inhumano, las viudas de los soldados republicanos, no les dieron ningún subsidio hasta después de la muerte de Franco, esas mujeres tampoco eran españolas. Ya que las viudas franquistas fueron subvencionadas desde el principio. Las viudas republicanas tuvieron tiempo de morirse de hambre.Como yo digo al principio, aquellos que pasaron la frontera en el mes de febrero de 1939 no eran españoles bajo el silencio de todas las democracias y que estas no nos dejaron nunca hablar, tuvo que llegar el final de la guerra 1945 para que pudiéramos otra vez respirar, pero muy bajito.
Hablando de españoles, nosotros hace ya años que no tenemos EL DERECHO de hablar, ya que hace 67 años que dejamos la frontera detrás, era otra España la de oprobio, la de las carceles y de los asesinatos por el poder franquista con sus bufonadas, quería hacer parecer otra cosa de lo que era. Aquella España negra que la mayor parte de sus ciudadanos iban de luto, puesto que el franquismo con su religión, obraban con sus falsos estandartes, con la pérdida de sus habitantes, los más responsables.
La Semana Santa en Sevilla, es un simple espectáculo, ya que cada año como en el precedente, es la misma representación. ¿Es como la cosecha la que hay que recoger? Para que el culto no se ahogue de ese líquido que entra en las Cajas de Dios y que estos puedan vivir. Cada año llena el espectáculo con sus diferentes cuadros, con sus ambiciones, las que repercuten sobre esos timados admiradores. El hombre fustigado por el latigo, "ese castigado" esta contactado año tras año. Y aún no ha muerto los latigazos deben de ser dados con suavidad sin dejar huellas en su cuerpo, todo es un plan puesto en escena por los profesionales del espectáculo. Como la cofradía de los encapucinados, son los mismos y ellos se pagan ese atributo. Cada vez que los apercibimos nos hacen recordar las hordas salvages del Ku Klux Klan, en sus matanzas desvastadoras, asaltos en clínicas que no funcionaban como ellos querían, así que la matanza de hombres de color, participantes en autos de fe y de muchas más maldades que los émulos de la religión mostraron su maldad a través de los siglos. Hoy todavía la religión tiene sus holocaustos permanentes con sus hechos.
¡Decíamos que no éramos españoles! Ya que no comulgamos con ciertos carnavales que producen en nuestro terruño, ya que no vemos las cosas del mismo ángulo. Tan pronto pasamos la frontera sin estar presentes nos condenaron sobre nuestra correspondencia. La CENSURA donde cada palabra era examinada como si fuéramos portadores de la lepra, o de otra enfermedad incurable. Pero para ellos, se debía de extinguir esta llama que se encendió en el 19 de julio apagar ese reguera de pólvora para que no se propagase más allá de los Mares, para que no fuésemos los responsables.
En el fondo, sabíamos que éramos apatridas, con el arreglo que nos hicieron con el pasaporte Nandsen, con el que podíamos ir a todas las naciones, salvo Rusia y España, los dos países donde se mataba más gente. Era paradógico que siendo españoles de extirpe y por razón humana, se tuvo que llegar al siglo XX que no éramos españoles, por aquellos que perecieron en los campos de concentración de la Alemania nazi y que la representación franquista por su Ministro de asuntos extranjeros para ocultar la verdad, dijo que en Alemania no había prisioneros españoles. Y en esos campos murieron más de 6000. Hasta dónde llegaban las verdades de Franco. En cada acción, la verdad es vulnerada para que las gentes quedaran en la ignorancia y que la opinión no se alarmara, así la Información quedaba en el silencio. Todo estaba premeditado por los fueros que gobernaban. Eran los mismos que condenaban la PALABRA, de hombres que defendieron otra existencia humana. Como dijo aquel catedrático de Salamanca : "Vencereis pero no convencereis". Bajo el manto del fascismo hoy aun quedan sus secuelas después de tantos años, la que aún sufre de sus profundas heridas los que dejaron un negro horizonte sobre nuestro terruño.
Según el periodista Ezequiel Enderiz en su libro "Fiestas en España" páginas 91 y 92, ediciones Mare Nostrum en su apartado SAETA, dice que esta fue robada a la religión judía. Otra vez más, la religión católica se presenta con sus jinetes de la Apocalipsis con el benio de los reyes católicos. Después de la conquista de Granada, contra moriscos y judíos, fueron quemadas vivas en Sevilla más de 30.000 familias, la que era una ciudad completamente judía. La Inquisición tuvo toda la libertad para matar y asesinar. Fue en ese momento que aparece la Saeta, cantada por una judía que se llamaba Sultana, que había salvado su vida. La Saeta era un quejido con su voz particular, la Saeta no tiene nada que ver con el cante jondo. Así es que la iglesia se apoderó de lo que no era suyo. (Una vez más).
La Inquisición en España, nunca desapareció. Bautizar en un cuartel militar, más de 300 soldados en el mismo día sin el consentimiento de sus padres, siendo el coronel el padrino. ¿Si eso no es Inquisición que venga Dios y que lo explique? Esto pasaba en el año 1954. Otro "pecado" inhumano, las viudas de los soldados republicanos, no les dieron ningún subsidio hasta después de la muerte de Franco, esas mujeres tampoco eran españolas. Ya que las viudas franquistas fueron subvencionadas desde el principio. Las viudas republicanas tuvieron tiempo de morirse de hambre.Como yo digo al principio, aquellos que pasaron la frontera en el mes de febrero de 1939 no eran españoles bajo el silencio de todas las democracias y que estas no nos dejaron nunca hablar, tuvo que llegar el final de la guerra 1945 para que pudiéramos otra vez respirar, pero muy bajito.
por Francisco Roldán
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