CENIT portavoz de la regional exterior de la cnt-ait

"SI CADA REFUGIADO ESPAÑOL NARRASE SIMPLEMENTE LO QUE HA VIVIDO, SE LEVANTARÍA EL MÁS EXTRAORDINARIO Y CONMOVEDOR DE LOS MONUMENTOS HUMANOS" FEDERICA MONTSENY, 1978

23 junio, 2006

CENIT 986: Dichos y hechos



por S. FERNANDEZ CANTO

Se han cumplido cuarenta años, el 16 de mayo, desde que el presidente chino Mao Tse Tung lanzó su siniestra "Revolución cultural" que si bien sedujo una cierta inteligentsia occidental en cambio impuso a la población de la inmensa China un período de terror, de violencia fanática y de un culto delirante de la personalidad del "Gran timonero" durante diez años hasta su muerte, cuyo recuerdo, entre estigmas y tabús sigue siendo una obsesión.
Hombre de acción, Mao pasó a ser, todo lo largo de su combate, el teórico e historiador de la Revolución. A la vez jefe militar, legislador, filósofo, economista, poeta. Mao escribió mucho, generalmente se le ha publicado en extractos o en obras escogidas. Escritos militares, filosóficos, discursos y proclamaciones son la expresión de un pensamiento político que orienta el trabajo del partido, del ejército y del pueblo entero.
En cuanto a la doctrina "maoista" de la que se reclaman en otros países ciertos militantes de extrema izquierda, es muy difícil saber si ella sería sancionada por su inspirador.
La "Gran Revolución cultural proletaria" empezó el 16 de mayo de 1966 por una circular del Comité central denunciando los "representantes de la burguesía que se han introducido en el Partido". Fue el principio del movimiento de Guardias rojos, jóvenes turiferarios inflamados por la personalidad de Mao, que se ilustraron por una sucesión encarnizada de violencias, torturas, muertes y destrucciones.
El 8 de Agosto el Comité central adopta la "Decisión en 16 puntos", que pide al proletariado que denuncie las "Cuatro vejeces" (viejas ideas, vieja cultura, viejas costumbres y viejas habitudes). La mayoría de jóvenes, adictos cuerpo y alma a Mao, conservan en permanencia sobre ellos el "Pequeño libro rojo", encerrando los conceptos del "Gran timonero que reemprenden a coro a todo momento.
En el año 1967, con la bendición de Mao, las "facciones rebeldes" se apoderan del poder de Shanghai, empujando al país a hundirse en la guerra civil.
En abril '69, el 9° Congreso del Partido comunista marca el fin del movimiento de los Guardias rojos y reestablece un orden político muy parecido al de antes de '66, salvo de cambio de algunos dirigentes: la mujer de Mao, Jiang Oing, miembro de la Banda de los Cuatro es nombrada al Bureau político. El 13 de septiembre de 1971 Lin Biao designado como heredero de Mao, muere en un misterioso accidente de avión en Mongolia, acusado de haber fomentado un golpe de Estado.
Mao murió el 9 de septiembre de 1976. EL 6 de octubre se procedió a la arrestación de la banda de los Cuatro, de la que la mujer de Mao formaba parte. En junio 1981, un año después de su proceso, el Partido comunista reconoce -a propósito de la Revolución cultural- que cometió "errores" pero conserva su estatura de "gran líder", algo así como una absolución póstuma y a largo plazo por un crimen (mal) organizado, a la vez humano, social y económico, a la escala de un país-continente que buen número de intelectuales occidentales rechazaron admitir durante mucho tiempo.
En China las heridas supuran aún. "La Revolución cultural ha causado lesiones internas invisibles e irreparables en el espíritu de las gentes", estima Xu Youyu, profesor de filosofía que fue, en su época, guardia rojo.