Dichos y hechos

El darwinismo es una teoría biológica expuesta en el famoso libro "Del origen de las especies" que publicó el 24 de noviembre de 1859 el naturalista y fisiólogo Charles Robert Darwin sobre la evolución de las especies, según la cual, los diversos seres vivos actuales son el fruto de una selección natural debida a la lucha por la existencia y a la transmissión de los caracteres por la herencia que descarta por su condición superflua toda intervención sobre natural en la creación del mundo.
Más de un siglo después y a pesar de el desarrollo de la genética y de los nuevos descubrimientos en paleontología que han permitido afirmar y completar la teoria, el debate perdura, lo que no deja de ser sorprendente.
Desde el principio, Darwin fue combatido por los creacionistas, o partidarios del creador, refiriéndose a Dios, cuya teoría consiste en tomar al pie de la letra los textos bíblicos, y particularmente la génesis, que relata los principios del mundo y las orígines de la humanidad : Dios habrá creado los cielos y la tierra en seis días. La tierra tendrá entre 6.000 y 12.000 años según las fuentes, y bajo este punto de vista, todos los humanos descienden de Adán y Eva, y los animales de una pareja única por especie, en cuanto a la idea de evolución transespecies está despediadamente rechazada.
Los años 20 marcaron el triunfo del creacionismo. Varios Estados americanos impusieron su enseñanza en las escuelas. En 1925 (año en que nació un servidor) tuvo lugar el famoso "proceso del mono", en el que un maestro, acusado de haber enseñado la teoría de la evolución, fue condenado.
Pero en 1968 la corte suprema americana declara inconstitucional toda ley tendente a excluir la teoría de la evolución de los programas escolares, con el motivo que tal decisión atentaba el principio de la separación de las Iglesias y del Estado.
Los creacionistas no se dan por vencidos. Con el objeto de contornear esta sentencia, buscan a consolidar su teoría sobre fundamentos científicos. Otra vez la Corte suprema llamada a pronunciarse sobre esta "ciencia" le reprocha de nuevo el subterfugio religioso y confirma la prohibición de su enseñanza.
Se continua insistiendo a través de una forma más sofisticada. Si sus partidarios, haciendo un esfuerzo, admiten la idea que la tierra es vieja de varios miles de millones de años, estiman no obstante, que la selección natural no es suficiente para explicar la complejidad del reino viviente: para ellos solo puede tratarse del trabajo de un ser superior. Esta teoría, denunciada por eminentes científicos, ha recibido recientemente un resfuerzo de peso. Para atraerse la simpatía de los conservadores cristianos, George W. Bush ha estimado oportuno, que las dos escuelas deberían ser explicadas a los niños. En numerosos estados se han dado precisiones indicando que el evolucionismo no es otra cosa que una simple teoría.
En la actualidad una mayoría de americanos se inclinan en favor de las religiones y de George W. Bush, más bien que del lado de los científicos. Según un reciente sondeo, 53% estiman que la especie humana ha sido creada por Dios, como está escrito en la Génesis.
Todo ello es más que suficiente para hacernos una idea del estado en el que se encuentra la cultura y la enseñanza científica en EE. UU.

por S.Canto

de CeNiT nº 978 de 7 de marzo