CeNiT 989: El B.I.T. - Oficina Internacional del Trabajo - denuncia "la epidemia de la violencia en los lugares del trabajo"
Epidemia de violencias físicas y psicológicas tienden a extenderse a todos los sectores de la actividad laboral. En su informe de 360 páginas, el B.I.T. estima que la violencia en el trabajo aumenta en el mundo entero, para tocar niveles epidémicos en ciertos países bajo forma de amenazas, acoso mental y sexual, ver homicidios.
Las profesiones antaño consideradas al abrigo de esos tipos de violencias, como la enseñanza, los servicios sociales, las bibliotecas o los servicios medicales y para-medicales, están hoy expuestas a una violencia creciente, tanto en los países en vía de desarrollo como en los países industrializados.
Hoy, la precariedad de muchos empleos generan una presión enorme, y se constata que esas formas de violencias son de más en más frecuentes, según observaciones del B.I.T.
En la unión Europea, el B.I.T. estima que el 9 % de los trabajadores son víctimas cada año de violencias psicológicas. Esto significa que más de 15 millones de gentes lo son en la sola Europa, según uno de los autores del informe Vittorio Di Martino, presentando el documento en Ginebra.
En España, el 22 % de los funcionarios son víctimas del acoso colectivo por parte de sus colegas ("mobbing"). En los países en vía de desarrollo, los trabajadores los más vulnerables son las mujeres, los migrantes, y los menores de edad. El acoso y los abusos sexuales son un verdadero problema en África del Sur, Ukrania, Koweït, y en China.
En cuanto a la violencia física, -aunque decline un poco- sigue haciendo estragos en ciertos lugares: en Estados Unidos 700 personas son víctimas de homicidios cada año en sus lugares de trabajo. Ciertas profesiones, particularmente los taxistas, son las más frecuentemente agredidas. En Francia, más de 3.000 trabajadores del sector del transporte han sido víctimas de agresiones en el año 2002, siempre según el mismo informe.
En África del Sur el 17 % de los funcionarios de la salud pública fueron agredidos en un año; el B.I.T. estima que el coste de la violencia, bajo la forma de absenteísmo o de pérdida de salarios, puede representar hasta el 3,5 % del producto bruto del país. La cifra puede llegar a 5 millares de dolares en EE.UU.
El organismo onusiense evoca de esta manera el coste indirecto de las violencias en las empresas en términos de rentabilidad. La gente que está sometida a la violencia no trabaja bien, apunta M. Di Martino: "maldita rentabilidad".
Para hacer frente a esa calamidad, el B.I.T. encomienda a los estados miembros de cambiar la legislación, como lo han hecho algunos países: Argentina, Francia, Bélgica, Polonia, Suecia o la provincia Canadiense del Québec.
¿Es que los resultados son valorables…? Si los hay.
Fte: "La Grande Epoque" (AFP).
Traducción: Equipo redaccional "CeNiT"
Las profesiones antaño consideradas al abrigo de esos tipos de violencias, como la enseñanza, los servicios sociales, las bibliotecas o los servicios medicales y para-medicales, están hoy expuestas a una violencia creciente, tanto en los países en vía de desarrollo como en los países industrializados.
Hoy, la precariedad de muchos empleos generan una presión enorme, y se constata que esas formas de violencias son de más en más frecuentes, según observaciones del B.I.T.
En la unión Europea, el B.I.T. estima que el 9 % de los trabajadores son víctimas cada año de violencias psicológicas. Esto significa que más de 15 millones de gentes lo son en la sola Europa, según uno de los autores del informe Vittorio Di Martino, presentando el documento en Ginebra.
En España, el 22 % de los funcionarios son víctimas del acoso colectivo por parte de sus colegas ("mobbing"). En los países en vía de desarrollo, los trabajadores los más vulnerables son las mujeres, los migrantes, y los menores de edad. El acoso y los abusos sexuales son un verdadero problema en África del Sur, Ukrania, Koweït, y en China.
En cuanto a la violencia física, -aunque decline un poco- sigue haciendo estragos en ciertos lugares: en Estados Unidos 700 personas son víctimas de homicidios cada año en sus lugares de trabajo. Ciertas profesiones, particularmente los taxistas, son las más frecuentemente agredidas. En Francia, más de 3.000 trabajadores del sector del transporte han sido víctimas de agresiones en el año 2002, siempre según el mismo informe.
En África del Sur el 17 % de los funcionarios de la salud pública fueron agredidos en un año; el B.I.T. estima que el coste de la violencia, bajo la forma de absenteísmo o de pérdida de salarios, puede representar hasta el 3,5 % del producto bruto del país. La cifra puede llegar a 5 millares de dolares en EE.UU.
El organismo onusiense evoca de esta manera el coste indirecto de las violencias en las empresas en términos de rentabilidad. La gente que está sometida a la violencia no trabaja bien, apunta M. Di Martino: "maldita rentabilidad".
Para hacer frente a esa calamidad, el B.I.T. encomienda a los estados miembros de cambiar la legislación, como lo han hecho algunos países: Argentina, Francia, Bélgica, Polonia, Suecia o la provincia Canadiense del Québec.
¿Es que los resultados son valorables…? Si los hay.
Fte: "La Grande Epoque" (AFP).
Traducción: Equipo redaccional "CeNiT"
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