CENIT portavoz de la regional exterior de la cnt-ait

"SI CADA REFUGIADO ESPAÑOL NARRASE SIMPLEMENTE LO QUE HA VIVIDO, SE LEVANTARÍA EL MÁS EXTRAORDINARIO Y CONMOVEDOR DE LOS MONUMENTOS HUMANOS" FEDERICA MONTSENY, 1978

19 noviembre, 2006

CENIT: El último


por F. ROLDÁN

Hacía ya muchos años que había pensado, que llegaría ese trance, que esas columnas desaparecieran "por falta de combatientes", dejando a los amantes de este portavoz huérfanos de esa valorosa lectura.
Es verdad que en el pasado fuimos derrotados materialmente, pero no moralmente; donde tuvimos que subsistir en ese prolongado Exilio. Cada uno buscó un puerto para tirar el ancla, para que se mantuviera la esperanza, quedando íntegros con sus sonrisas y sus convicciones fundidas en sus cerebros, para continuar aquel bravo romance social, del que se tuvo que luchar en el 19 de Julio.
¿Cuántas veces hemos pensado en aquellos que fueron nuestros compañeros?, los que dejamos en el borde de la lucha. Nuestra odisea tuvo cementerios por todos los rincones del mundo, desde Narvik hasta el Sahará y por todo el hexágono francés, con sus correspondientes cementerios como en Argelès-sur-Mer, donde fueron sepultados con los judíos que vinieron a luchar en España. O en Vernet d'Ariège, como dijo uno de nuestros tribunos: donde hay un palmo de tierra hay enterrados exilados españoles. Sin contar con aquellos que perecieron en los campos nazis, donde la vida no tenía valor: se mataba hasta el último que quería vivir. En total murieron menos que los que mató el funesto Franco y sus satélites en España.
Me acuerdo, que una vez desalojado el campo de Vernet d'Ariège, pusieron en venta un trozo de aquel campo, pero ninguno de aquellos campesinos lo compró, ya que en ese pedazo estaban enterrados exilados españoles.
Nuestro afán ya sabía que nuestra propaganda llegaría a su fin, por la pérdida de sus asiduos lectores, que la muerte los arrebató, dejándonos solamente en nuestra memoria su afinidad.
Aún nos queda constancia y voluntad fuerza necesaria para llevar a cabo los objetivos.
Quién es él que no se acuerda de nuestros primeros órganos en el Exilio, los que aparecieron en Toulouse, París, Rennes y Marsella: Salieron a la luz por la voluntad de los compañeros, salieron a la calle sin ningún subsidio oficial; todo salió de los fondos del bolsillo, hasta llegar al presente. Alguno de esos órganos desaparecieron, pero nuestra presencia fue la misma.
Ninguna organización exilada se mantuvo tantos años, y con la existencia de sus paladines. Sesenta y dos años, más de medio siglo de presencia en esa posición que fue la nuestra, pero siempre se supo soportarla con todos los golpes por parte de las autoridades que se hacían contra nosotros. Todos nuestros objetivos fueron cumplidos, sin ninguna pretención de orgullo.
Nuestra labor fue siempre constante, sobre peligros eminentes, como la interdicción de aparecer, ya que los servicios franquistas velaban para que nuestra labor no tuviera curso, pero el fervor de los responables tuvo más consistencia para salir a la palestra, con sus auténticos valores de orientación.
Gracias a tod@s compañer@s y simpatizantes, que contribuyeron a su existencia a pesar de todas aquellas dificultades, que se encontraban cada semana con sus maquinarias para aparecer, pero por la fuerza nata de sus responsables hicieron lo necesario.
No quiero poner los nombres de todos aquellos que metieron sus manos en la tinta, y su saber para que el papel apareciera con su galladón, me harían falta muchas cuartillas para imprimir rasgo y el carácter de aquellos que aún hoy veo dirigir los semanarios. Y por lo mucho que diga, nunca será bastante.
Hablando del horroroso régimen franquista, donde la opresión era total, que hasta para ir al W.C. se tenía que pedir permiso al Servicio Social. Durante ese período se acumuló tanta materia que hoy todavía huele; quedan aún muchos restos por las arterias de las ciudades, donde esa casta almidonada se empleó a cometer crímenes por la gracia de dios.
Mismo en las familias no había confianza. (Mi padre me decía que no tenía confianza con mi hermano, por lo tanto era su hijo.) Entonces, las libertades individuales eran negadas; sólo esa casta de parásitos podía hacer todos los desmanes a su antojo - lo que les daba la gana.
Cuando mataban los hombres de la CNT decían que eran comunistas. ¡Mentira!, era muy obvio de decir lo que no era; los Consejos de guerra -sin defensa- y esa racha de procesos y muertos en serie eran aún de aquellos, que ya estuvieron presentes en el 19 de Julio, los que se levantaron frente al fascismo.
No se tiene que perder el empuje social, que dieron nuestros ancianos, lo que sería un insulto para ellos. Por eso la abnegación debe de prevalecer para continuar y para que nuestro grito salga de nuestras entrañas.
En el 1957 la CNT acordó alquilar una imprenta para hacer su propaganda; fue la F.L. de Thiais y Choisy-le-Roi que se encargaron de ello, los que pusieron todo su empeño, para que esta funcionara lo antes posible, 49 años que empezó hacer relucir todos sus verbos y todos sus adjetivos con todas sus letras. Desde entonces nuestras publicaciones han tenido más valor con su constante vocación.
Sólo me queda un nombre a integrar sobre el papel, en mi memoria, el del compañero Roque Llop, él que después de haber pasado cinco años en los campos de Alemania y después de algún tiempo de reposo en París, se entregó a la Organización, teniendo en cargo la libreria confederal y la tesoría de la organización regional hasta su muerte. Ese gran poeta, nativo de Miravet de tarragona y maestro de escuela fue un ejemplo.
Nuestro trabajo no se termina, no se termina aquí. Nuestro esfuerzo con su voluntad deben de recompensar de nuevo nuestro flamante boletín, dándole el color y la energía que necesita, sería una falta de nuestros principios, si nuestra voz no estuviese a su tono. Que quede latente que ese combate no se ha terminado, siempre presentes reivindicando la libertad.